Situación[editar]
La juventud gitana ha experimentado grandes cambios en los últimos años. Su nivel educativo ha aumentado, aunque seguimos teniendo el reto pendiente de que todos los chicos y chicas gitanos acaben la ESO. Su incorporación al mercado de trabajo se ha ampliado a diversos sectores profesionales, sus intereses se han abierto a conocer otras realidades más allá de su entorno inmediato, y muchos jóvenes gitanos y gitanas están conociendo o quieren conocer otros países europeos.
También he habido progresos en cuanto a la igualdad entre hombres y mujeres, y hoy en día muchas jóvenes gitanas tienen sus propios proyectos vitales en las mismas condiciones que sus compañeros gitanos, y una mayor autonomía en la toma de decisiones. Las tecnologías de la información y la comunicación, internet, y las redes sociales han ampliado también enormemente las posibilidades de contacto con otros jóvenes, y las oportunidades para asociarse, y para compartir ideas, intereses y recursos. No obstante todavía se observan barreras que obstaculizan la plena participación ciudadana de la juventud gitana. Seguimos observando hoy en día situaciones de discriminación y estereotipos que, en ocasiones, hacen que no sea fácil para algunos jóvenes gitanos y gitanas acceder al empleo o a los servicios de ocio en igualdad de condiciones. La juventud gitana actual tiene un potencial inmenso para promover una transformación en la historia de la comunidad gitana en España y en Europa, y juega un importante papel como referente positivo y agente de cambio para su comunidad y para la sociedad mayoritaria.
Dinamizar la participación social de la juventud gitana es a la vez una tarea imprescindible, para la Fundación Secretariado Gitano, adaptando canales y espacios adecuados a la propia diversidad que existe dentro de la juventud gitana, al igual que sucede con la juventud general.
Lograr que la juventud gitana comience a entrar en el juego social accediendo a los recursos y servicios normalizados destinados a la población juvenil, implica fijar metas a medio plazo, diseñar un plan de acción con continuidad en el tiempo, y también construir puentes y espacios de presencia de los jóvenes gitanos y gitanas en las estructuras de decisión e interlocución civil y política.
