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Situación[editar]

En los últimos 30 años la población gitana española ha experimentado una mejora notable de su situación social, aunque aún sigue siendo una comunidad que padece situaciones de discriminación y un nivel de vida inferior a la media del conjunto de la sociedad española.

Desde los años 80 se empiezan a desarrollar en España políticas propias del estado de bienestar, como el acceso universal y gratuito a la salud y a la educación, y planes de vivienda social para personas con pocos recursos. Estas medidas iban dirigidas a toda la población, y por ello también la población gitana pudo beneficiarse de ellas, mejorando progresivamente sus condiciones de salud, vivienda y educación, y con ello su inclusión social.

En cuanto a las medidas específicas dirigidas a la inclusión social de la población gitana, la puesta en marcha del Programa de Desarrollo Gitano, en 1989, y la creación del Consejo Estatal del Pueblo Gitano, en 2005, constituyen instrumentos decisivos para combatir la exclusión de las personas gitanas a través de la colaboración del Estado, tanto con las comunidades autónomas como con las organizaciones del movimiento asociativo gitano.

Con estos instrumentos, las políticas de bienestar social han impulsado la mejora de la calidad de vida de la población gitana y han intentado combatir la discriminación para que la población gitana pueda participar en la sociedad como ciudadanos de pleno derecho.

En los últimos años estas medidas se han complementado con la aprobación del Plan de Acción para el Desarrollo de la Población Gitana 2010-2012 y la Estrategia para la Inclusión Social de la Población Gitana en España 2012-2020, así como con los diversos Planes Regionales de apoyo a la población gitana, o los sucesivos Planes Nacionales de Acción para la Inclusión Social aprobados en España desde su entrada en la UE, que también han incluido medidas específicas para la población gitana.

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