Fundación Secretariado Gitano

El arte gitano como resistencia [editar]

• Promoción de la Cultura Gitana

El 16 de mayo, los gitanos de Europa conmemoran la revuelta de 1944 en el llamado Zigeunerlager ("Campo Gitano") en Auschwitz-Birkenau. Hoy en día, la idea de resistencia romaní se entiende como la perseverancia del pueblo gitano en la lucha contra las diferentes formas de opresión, de ahora y del pasado.

Para los artistas gitanos en la Hungría de Viktor Orbán, el concepto de resistencia tiene especial relevancia. La situación de los artistas y productores culturales gitanos en Hungría ha empeorado dramáticamente en los últimos seis años. Además de las dificultades existenciales que los individuos y las instituciones culturales gitanas sufren debido a la falta de fondos para las minorías culturales, el patrimonio tangible de los gitanos se encuentra en peligro real: las obras de los artistas gitanos, literalmente, se pudren en colecciones públicas, en las que no se exhiben y están completamente inaccesibles para el público. Los artistas gitanos en Hungría trabajan en condiciones precarias: no reciben fondos para su producción cultural y se exhiben en los pocos espacios de arte contemporáneo independientes, o en la primera y única galería de arte gitano del país: la Gallery8, con sede en Budapest.

El auge del nacionalismo en Hungría ha creado un vacío para los intelectuales y el movimiento gitanos. Todo el trabajo hecho desde la década de 1970 con respecto a una educación con conciencia crítica ya no es visto como un valor. El intelectual gitano – aquel que tiene conocimiento de la teoría poscolonial, los estudios feministas, los estudios sobre el trauma y otras teorías críticas – ahora es visto como una amenaza. Las estrategias críticas, subversivas y progresistas se consideran ilegítimas en el contexto nacionalista.

El auge del nacionalismo en Hungría trajo consigo cambios autoritarios en las instituciones culturales y en los sistemas de financiación de la vida cultural. La independencia y la profesionalidad del arte contemporáneo húngaro han sido completamente desmanteladas por el gobierno desde 2012 (con la nueva Constitución o la ley fundamental que entró en vigor el 1 de enero de 2012), cuando un pequeño grupo de artistas cercanos al gobierno de derechas estableció la Academia Húngara de las Artes (MMA). Esta nueva institución – sin conocimiento legítimo,  experiencia ni circunscripción – tiene un poder no cuestionado y un presupuesto gigantesco. Para ser aceptado como miembro de la Academia se requiere un compromiso con la nación, un cierto "sentimiento nacional".

Debido a esto, la escena del arte contemporáneo en Hungría, que se ha negado a unirse al MMA, ha sido privada de financiación y apoyo, y ahora lidera una lucha para mantener las instituciones, las colaboraciones y la visibilidad; la humanidad, a la que el arte contemporáneo contribuye, también sufre, por supuesto. Como resultado de todo esto, los artistas gitanos han perdido muchos socios institucionales y aliados. En este contexto, el arte gitano podría ser visto como un método preciso y creativo de resistencia gitana, como una forma de supervivencia cultural y una demostración del compromiso ético y político con el futuro de la comunidad gitana.

Hungría tiene la escena artística gitana más viva de Europa, con un gran número de artistas gitanos – Mara Oláh, Teréz Orsós, Peter Balogh, Andre Racz, István Szentandrássy, Erika Lakatos por nombrar sólo unos pocos – y un fascinante discurso intelectual que teoriza el arte gitano desde finales de 1960. Hungría debería haber sacado provecho de esta vibrante escena y rico patrimonio cultural, y sin embargo, las autoridades han optado por el abandono y tratar a los artistas e intelectuales gitanos como problemáticos.

El gobierno húngaro define cuatro áreas políticas principales para lo que han designado como el "problema gitano": la educación, la salud, la vivienda y el desempleo. Esto es más que una ofensa y dibuja una imagen perfecta del "problema húngaro" que nosotros, los gitanos, tenemos. Los gitanos no necesitamos ser rescatados ni convertirnos en el blanco de las misiones "civilizadoras". Todas las áreas de formulación de políticas – incluyendo la cultura – deben tenerse en cuenta cuando se trata de medidas de integración de los gitanos. La inclusión social es imposible sin la inclusión cultural y por lo tanto, las artes y la cultura no pueden ser despreciadas en este proceso.

Teniendo en cuenta la situación en Hungría, la perspectiva del Instituto Europeo de Cultura y Artes Gitanos, que se establecerá pronto en una ciudad europea aún por dar a conocer públicamente, se vuelve aún más relevante. El Instituto tiene como objetivo amplificar el trabajo de las iniciativas y organizaciones artísticas y culturales gitanas en la escena artística internacional. Conectará profesionales y creará un centro para el intercambio profesional de proyectos, ideas, inspiraciones y discursos de la escena gitana. Es una oportunidad importante para las pocas pero vibrantes iniciativas y proyectos que aún existen en Hungría.

Para los gitanos de Europa del Este, donde los gobiernos mantienen el control del acceso a los derechos políticos, las oportunidades económicas y la producción cultural, la necesidad de la continua resistencia gitana y la conexión con las culturas y redes transnacionales es clara. Esto ofrece una oportunidad de hacer realidad esas esperanzas de emancipación cultural y de respeto de la identidad gitana, por ahora suprimida.

Timea Junghaus. [ El artículo original en alemán puede consultarse en: http://mobil.derstandard.at/2000036939379/Roma-Kunst-als-Widerstand ]

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