Servicios de apoyo a la inclusión social de las personas y familias gitanas más vulnerables.

La exclusión social y la pobreza siguen afectando a una parte significativa de las familias gitanas, que viven en condiciones que impiden desarrollar una vida digna y en igualdad de condiciones con el resto de la sociedad, y que les condicionan tanto el presente como las perspectivas de futuro, principalmente en el caso de los niños, niñas y jóvenes, ya que la pobreza se hereda generación tras generación.  

Los programas de intervención y las acciones de sensibilización política y social que desarrollamos se han centrado en los pilares básicos que posibilitan una inclusión social en igualdad de oportunidades: acceder a vivienda digna en un entorno inclusivo, apoyar la formación y el acceso al empleo, recibir una educación de calidad, garantizar que las necesidades básicas y de salud estén cubiertas, incluyendo el acceso al Ingreso Mínimo Vital, y ejercer una ciudadanía activa, participativa y constructiva. 

Hemos priorizado la atención a las familias gitanas que viven en situación de pobreza o exclusión, sobre todo las que tienen menores a cargo, también a las mujeres gitanas, para garantizar la igualdad de oportunidades y romper las barreras internas y externas que provocan situaciones de vulnerabilidad que muchas de ellas sufren y, sobre todo, a las personas gitanas en situación de exclusión grave y que viven en entornos degradados, ya que en el año 2022 los problemas derivados de la crisis económica y energética han seguido impactando en la comunidad gitana, principalmente en aquellas familias que ya contaban con mayor vulnerabilidad. 

Se ha mantenido con especial refuerzo el servicio integral y adaptado a las necesidades de las personas gitanas con apoyo, orientación y acompañamiento en materia de necesidades básicas, como el apoyo en el acceso a prestaciones sociales principalmente el Ingreso Mínimo Vital, requerimientos por actualización de cuantías y su complementariedad con las rentas básicas autonómicas, acompañamiento y orientación en aspectos de ámbito social, acceso y mantenimiento de la vivienda, educación, salud y desarrollo personal que responda a las necesidades de las familias gitanas abordando los condicionantes que limitan las condiciones mínimas vitales, en colaboración con los recursos públicos.   

Ha sido especialmente relevante el Servicio de apoyo a las tramitaciones y gestiones relacionadas con Ingreso Mínimo Vital como prestación de la seguridad social, que desde su puesta en marcha en junio de 2020 ha supuesto una importante oportunidad para paliar las necesidades básicas de muchas familias gitanas en situación de pobreza, y en la que los equipos de la FSG se han seguido involucrando activamente, atendiendo las numerosas demandas de información y dudas que plantean las personas destinatarias de las ayudas sobre todo en el mantenimiento como beneficiarios de la prestación. Para reforzar esta línea, la FSG se ha inscrito en el Registro de Mediadores Sociales para el IMV como entidad certificadora. 

Hemos mantenido esfuerzos en paliar uno de los problemas más graves que padece una parte significativa de la comunidad gitana, que es la exclusión residencial grave, como el chabolismo y los barrios segregados y de infravivienda, un problema estructural que hemos abordado no solo con acciones de apoyo en el acceso a una vivienda digna de las familias gitanas más necesitadas, sino también con incidencia política a través de instrumentos y espacios a nuestro alcance, como la participación en elaboración de la Ley del Derecho a la Vivienda o el desarrollo del Plan Estatal de Vivienda 22-25, los fondos europeos, las políticas regionales, etc., el trabajo en red con otras organizaciones sociales o plataformas y la interlocución directa con responsables públicos en la materia. 

Durante 2022, nuestros servicios de inclusión social han atendido a más de 16.700 personas realizando más de 63.900 gestiones y actividades de apoyo.

Maite Andrés
Directora del Departamento de Inclusión social