La emergencia social provocada por la COVID-19 refuerza el compromiso y nuestras alianzas

La crisis sociosanitaria provocada por la Covid-19, ha impactado de forma dramática en una gran parte de la población gitana, cuya situación sociolaboral ya había empeorado a lo largo de los últimos años, desde que comenzó la crisis económica y financiera en el año 2008.  

Al inicio del confinamiento, nos pusimos en contacto con cerca de 11.000 participantes en nuestros programas y pudimos constatar que su situación era crítica, ya que no podían tener acceso a productos de primera necesidad, como alimentos, productos higiénicos o sanitarios entre otros. Además, muchos estudiantes gitanos no podían seguir las clases por falta de ordenadores, acceso a internet etc. 

Con el fin de dar una respuesta a la situación de vulnerabilidad en la que habían quedado estas familias, pusimos en marcha el Fondo de Emergencia Social #JuntoALasFamiliasGitanas. Las líneas de actuación del Fondo fueron dos, por un lado, establecimos acuerdos con diferentes supermercados en toda España para adquirir tarjetas monedero, para que las familias pudieran hacer la compra por ellas mismas y normalizar la situación lo máximo posible, adquiriendo productos según sus necesidades y, por otro lado, orientamos las ayudas en apoyar al alumnado gitano, niñas y niños sin recursos tecnológicos que tenían grandes dificultades para seguir con sus estudios, lo que suponía un gran riesgo de abandono escolar.  

Mediante el Fondo de Emergencia Social pudimos atender las necesidades básicas de más de 20.000 personas y dotamos con recursos tecnológicos alrededor de 543 hogares, de forma que cerca de 1.600 estudiantes gitanos y gitanas pudieron continuar con sus estudios. 

En estos momentos, la colaboración y las alianzas con las empresas fueron clave para dar una respuesta rápida y eficaz y lograr que las ayudas a estas familias llegaran a tiempo. La gran implicación de estas empresas con su apoyo constante, no sólo económico, sino con todo tipo de recursos, como la donación de ordenadores y otros productos, hicieron que se pudiera paliar una situación de emergencia que, de no ser así, hubiera tenido un impacto muy negativo.  

Por este motivo, queremos agradecer la colaboración de todas las empresas que se han volcado con la población gitana cuando más lo necesitaba. En estos momentos su apoyo es fundamental para lograr que ninguna de estas personas gitanas quede atrás y la crisis no tenga consecuencias más negativas para ellas.