Una crisis sociosanitaria que ha azotado 
gravemente a las personas más vulnerables

LOS EFECTOS DE LA PANDEMIA COVID-19 AGRAVAN LA EXCLUSIÓN DE LAS PERSONAS

Debido a la situación generada por la pandemia COVID-19 y cómo estábamos percibiendo que afectaba gravemente a la comunidad gitana, pusimos en marcha un estudio sobre el impacto de la pandemia y sus consecuencias en las personas participantes de nuestros servicios. En el mes de marzo hicimos una encuesta telefónica con el objeto de conocer mejor cómo les estaba afectando la crisis  provocada por el Covid-19 en sus hogares, conocer las necesidades reales para adecuar nuestra intervención y definir nuestras demandas a las administraciones públicas.   

Se entrevistó a cerca de 11.000 personas gitanas de 14 Comunidades Autónomas, de todas las edades, hombres y mujeres, sobre su situación en cinco ámbitos: el sanitario, las necesidades sociales y económicas, el empleo, la educación de los menores y su percepción sobre situaciones de discriminación que hubieran sufrido. Con los resultados elaboramos un Informe que ha servido de utilidad para orientar las prioridades políticas y las acciones de los servicios públicos, así como la toma de decisiones en la adaptación de nuestra actividad para apoyar de la mejor manera posible.  

La principal conclusión del Informe es que hubo una baja incidencia en los hogares gitanos por el Covid-19 en las primeras semanas de la pandemia, y que las situaciones más acuciantes y que más preocupaban a las familias eran principalmente cubrir las necesidades básicas, de medicinas y alimentación, ser atendidos por los servicios sociales, y poder solventar la brecha digital que impactó sobre todo en los procesos educativos de los niños y niñas. 

Una de las primeras acciones que pusimos en marcha fue el Fondo de Emergencia Social #JuntoALasFamiliasGitanas para dar respuesta a la situación de vulnerabilidad en que quedaron miles de familias por la falta de alimentos y productos de primera necesidad, llegando a atender a cerca de 4.000 familias, con un impacto en casi 16.200 personas. También colaboramos con entidades como la Fundación La Caixa, con la que a través del fondo de ayuda del programa ProInfancia pudimos llegar a más de 900 familias gitanas, unas 4.200 personas. Ambos fondos de ayuda se articularon a través de tarjetas de supermercados a nombre de cada unidad familiar. 

“Pusimos en marcha fue el Fondo de Emergencia Social #JuntoALasFamiliasGitanas para dar respuesta a la situación de vulnerabilidad en que quedaron miles de familias por la falta de alimentos y productos de primera necesidad, llegando a atender a cerca de 4.000 familias, con un impacto en casi 16.200 personas”.

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