Un año marcado por la pandemia y el resurgir del movimiento global contra el racismo

La pandemia generada por el virus de la COVID-19 ha tenido una incidencia en la discriminación y el antigitanismo y, por lo tanto, en el trabajo desarrollado por la FSG para responder a ella en 2020. Por un lado, hemos asistido a un agravamiento de las malas práctica estigmatizadoras de los medios de comunicación y en el recrudecimiento del discurso de odio contra la comunidad gitana, tanto en redes sociales como a través de bulos difundidos por whatsapp, lo cual ha venido a demostrar hasta qué punto en momentos de crisis salen a relucir los prejuicios que desgraciadamente todavía existen sobre la población gitana y que tanta afectación tienen en su dignidad y en el disfrute de sus derechos. Las medidas de confinamiento adoptadas para paliar la pandemia también han condicionado las formas de discriminación, habiéndose incrementado los casos documentados en el ámbito de la seguridad ciudadana (o malas prácticas policiales), así como la gravedad de los efectos de la discriminación en el ámbito de los servicios sociales. 

La COVID-19 no sólo ha afectado a las manifestaciones de discriminación, sino también en la capacidad de las víctimas a la hora de ejercer sus derechos. Y es que, tal y como ya hemos explicado, la crisis económica y social ha tenido un efecto especialmente devastador en la comunidad gitana. En esta situación, nos hemos encontrado con que lamentablemente muchas veces las víctimas de discriminación no han visto prioritario ejercer sus derechos, por lo que el papel de nuestro personal técnico de referencia en el Servicio de Asistencia y Orientación a Víctimas de Discriminación Racial o Étnica y de nuestras Técnicas de Igualdad del Programa Calí, por la Igualdad de las Mujeres Gitanas, que supieron todas ellas adaptarse muy rápidamente a la nueva situación, ha sido absolutamente fundamental para lograr movilizar a estas personas y actuar frente a las vulneraciones de sus derechos. Que hayamos llegado a más víctimas en 2020 que en 2019 es, desde luego, fruto de este magnífico trabajo de nuestros equipos en todo el territorio nacional.  

Otro de los hitos fundamentales a lo largo de este año 2020 en lo que respecta a la lucha contra el racismo y el anitgitanismo ha sido el movimiento global que surgió este verano a raíz de la muerte de George Floyd, hombre afroamericano, a manos de la policía en Estados Unidos. Este incidente racista propició un levantamiento mundial contra todas las formas de racismo, lo que aceleró la aprobación por parte de la Comisión Europea, de un Plan de Acción contra el Racismo de la UE que nos va a permitir impulsar medidas importantes en nuestro país en materia de lucha contra el antigitanismo.  

A raíz del asesinato de Floyd, desde la FSG nos unimos con una serie de entidades españolas vinculadas a la lucha contra la discriminación racial o étnica para reclamar justicia para esta víctima y todas las personas afroamericanas asesinadas por la policía y recalcar que, aunque la situación en España no es comparable a la que existe en este país norteamericano, todavía aquí persisten formas de racismo, antigitanismo y xenofobia que deben combatirse desde todos los niveles sociales e institucionales, primando en este sentido la necesidad de aprobar una Ley integral de Igualdad de Trato y Lucha contra la Discriminación.  

De esta acción surgió la oportunidad de crear una Alianza por la Ley de Igualdad de Trato, conformada por un total de 8 ONGs (ACCEM, Rumiñahui, CRE, CEAR, Cepaim, FSG, MPDL y Red Acoge) para por un lado sensibilizar a la población general, lanzando notas de prensa y micro-campañas conjuntas en redes sociales, sobre la persistencia de distintas formas de racismo en nuestro país y sus efectos en las personas que lo sufren y, por el otro lado, presionar al Gobierno y a los grupos parlamentarios de la oposición para que impulsen de manera urgente la Ley de Igualdad de Trato. Tras publicar un documento conjunto sobre la necesidad de aprobar la ley, algunas de las entidades nos reunimos en nombre de esta Alianza con la Ministra de Igualdad. Finalmente, una Proposición de Ley integral de igualdad de trato fue presentada en el Congreso en enero de 2021, lo que valoramos muy positivamente tanto desde la Alianza como desde la FSG. Esperamos que, a lo largo de 2021, esta Ley, tan necesaria para quienes sufren discriminación en su día a día, sea finalmente aprobada.   

En 2020 hemos seguido usando la herramienta del litigio estratégico, esto es, del ejercicio de acciones legales ante los juzgados y tribunales, para promover cambios en la jurisprudencia y, en última instancia, en las instituciones y en la sociedad, para evitar que casos reiterados de discriminación y antigitanismo sigan produciéndose. Este año hemos estado involucrados en un total de 25 procedimientos judiciales. Esto nos ha permitido remitir a las Fiscalías especializadas y a los juzgados varias denuncias por casos de discurso de odio directamente relacionadas con la pandemia, consiguiendo que los órganos judiciales estimasen la difusión de audios de whatsapp una forma de propagación del discurso de odio penalmente punible. Además, hemos ido agotando las instancias judiciales nacionales previas para llevar ante las instancias internacionales un caso muy claro de discriminación interseccional a una mujer gitana en un centro comercial, que fue registrada por el vigilante de seguridad, acusada falsamente y finalmente condenada por el hurto de un juguete que portaba su bebé.  

Este año hemos seguido actuando tanto a nivel europeo como estatal para aportar a las instituciones, desde nuestra experiencia y conocimiento experto, a la mejora del marco normativo y político frente a la discriminación. Hemos participado muy activamente en el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica, cuyo trabajo, tras el nombramiento de su nuevo presidente, Antumi Toasijé, se ha reactivado de una manera muy decidida. También hemos mantenido, pese a la pandemia, una presencia muy activa en diversos foros europeos, tanto del Parlamento Europeo, como de la Comisión.  

Este año hemos seguido incidiendo también en la sensibilización y trabajo conjunto con agentes clave en lo que respecta la protección de los derechos de las personas gitanas (abogados/as, fiscales especializados, jueces, policía, empresas IT como Facebook, Google o Twitter…), en ámbitos en los que hemos encontrado grandes aliados. Este trabajo, gracias al cual logramos un conocimiento mutuo, es absolutamente fundamental para lograr una debida protección a las víctimas de discriminación y delitos de odio.  

Asimismo, hemos seguido manteniendo acciones de información en derechos con potenciales víctimas de discriminación, con miras siempre a reducir la infradenuncia (una de las grandes lacras en la lucha contra la discriminación) y a lanzar un mensaje claro a las personas gitanas: las instituciones están para protegernos a todas las personas por igual, y los derechos están para ejercerse. 

Esperamos que en nuestra memoria de 2021 podamos contar que la Ley integral de igualdad de trato y la no discriminación ha sido finalmente aprobada. Esto supondrá, sin lugar a dudas, una mejora decisiva en la capacidad efectiva y real de las víctimas de discriminación y antigitanismo que atendemos de poder encauzar sus denuncias.  

DIRECTORA DEL DEPARTAMENTO
DE IGUALDAD Y LUCHA CONTRA LA DISCRIMINACIÓN
Cristina de la Serna