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Bitácora 2.0: El meta-racismo español. Por Javier Sáez del Álamo [editar]

Javier Sáez nos recuerda la necesidad de revisar los discursos que muestran al racismo en nuestro país como un fenómeno reciente.

04 de Julio de 2023
BITÁCORA GITANA 2.0

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Bitácora 2.0: El meta-racismo español. Por Javier Sáez del Álamo

Cuando se habla de racismo en España en seguida se suele mirar “hacia afuera”: “En los últimos 30 años ha habido mucha inmigración”, “AHORA España es una sociedad diversa y multicultural”, “los africanos, los árabes, los asiáticos sufren racismo…”, “los españoles no saben cómo enfrentarse a esta novedad”. España es ahora es diversa. Solo ahora. El racismo sería un fenómeno nuevo, relacionado con la inmigración.

Estos discursos bienintencionados y solidarios asumen -implícita o inconscientemente- un presupuesto profundamente racista: la idea de que España es -y ha sido siempre- un país “blanco”, homogéneo étnica o racialmente, y que ese fenómeno del racismo es una novedad motivada por la entrada en “nuestro” país de personas de “otros” orígenes, culturas, lenguas, colores de piel. Personas que debemos respetar y apoyar (pero que son, al fin y al cabo, extranjeras; son “el otro”). Aquí antes no había nada de “eso”.

Como suele decir un conocido experto en intolerancia: “El primer crimen racista que hubo en España fue en 1992, el de Lucrecia Pérez”. Parece ser que antes aquí no había racismo. Antes de esa fecha vivimos 500 años de paz, tolerancia y respeto a la diversidad.

Esta visión pasa por alto la historia de ese Estado que ahora llamamos “España”, y que precisamente se creó ejecutando diversas limpiezas étnicas, culturales, religiosas y lingüísticas, basadas en una idea de Estado nación homogéneo, a imagen y semejanza de la clase dominante: un Estado intolerante, supremacista blanco, católico integrista, colonialista, machista y monolingüe castellano (es decir, racista en todas las dimensiones posibles de la palabra).

"Por haber nacido en otra parte". Goya 1814-23

Este proceso incluye el intento de exterminio del Pueblo Gitano [1]y las numerosas leyes antigitanas, la expulsión de los judíos [2]y otras políticas antisemitas[3], la expulsión de los Moriscos[4], la intolerancia religiosa (imposición del catolicismo, y persecución de los musulmanes, de los judíos, de personas de otras creencias y de los ateos), machismo, homofobia, persecución y prohibición violenta de las lenguas no castellanas (árabe, vasco[5], catalán, romaní, gallego, etc.), trata de esclavos[6], colonialismo en América y en África[7], y un largo etcétera.

Los habitantes de la Península de los siglos XV, XVI y XVIII, cuando se configura -violentamente-el Estado español, eran enormemente diversos: eran personas gitanas, judías, árabes, bereberes, vascas, catalanas, negras, gallegas, además mezcladas entre sí, con diversidad sexual, y con diversas lenguas y creencias o religiones (y esa diversidad ha permanecido hasta hoy).

Este proceso represivo redujo muchas de estas comunidades (por expulsiones, asesinatos, quema de “sodomitas[8]” y de “brujas[9]”, tribunales de la Inquisición[10], esclavismo, intentos de genocidio, prohibiciones contra las lenguas no castellanas, y un largo etcétera), pero España siguió siendo diversa. Todos estos mecanismos de represión y de violencia eran racistas: se basaban en la idea de que esas comunidades eran inferiores, o pecaminosas, o peligrosas; debían desaparecer, ser exterminadas, expulsadas, reprimidas, quemadas. El patriarcado también se impuso de forma violenta, reprimiendo y asesinando a las mujeres libres, cultas, autónomas, diferentes (las llamadas “brujas”), un control de sus cuerpos que fue imprescindible para el desarrollo del capitalismo[11].

De modo que pensar que el racismo[12] es algo relacionado con “los otros”, los extranjeros, los de un color de piel que no es “como el nuestro”, es asumir que España no es, ni era, gitana, no era negra, no era judía, no era musulmana, no era diversa étnica y lingüísticamente. En la Península Ibérica en los siglos XV y XVI se hablaban lenguas tan diversas como el euskera, una lengua milenaria no indoeuropea, que no tiene familia conocida, hasta el árabe (lengua semítica) o el romaní (lengua indo-irania, cercana al sánscrito), además del catalán, el galaico portugués, el bereber, y otras lenguas africanas o romances. Y hoy en día, a pesar de siglos de represión y de una dictadura fascista que reprodujo y aplicó ferozmente esa misma ideología, se siguen hablando esas lenguas, y sigue habiendo personas españolas de todas esas comunidades. Una historia de España que ningunea u omite esta diversidad es ya una historia racista. O dicho de otro modo, “España” se creó gracias al racismo, es la esencia de su historia y de su identidad.

Una política antirracista que se centre solo en las personas migrantes, y que no reconozca la diversidad étnico-racial nacional, es a su vez una política racista, una especie de meta-racismo. Supone negar u olvidar la realidad del antigitanismo, profundamente arraigado desde hace siglos y que aún sufren muchas personas gitanas en España[13]. Esta visión blanco-centrada explica que aún se defina “gitano” como “persona de un pueblo originario de la India” (ver definición de la RAE), como si las personas del Pueblo Gitano no fueran parte de “lo español”, como si el resto de los españoles hubiéramos brotado del suelo de las cuevas de Atapuerca hace 100.000 años hablando en perfecto castellano y con la piel blanquita, más o menos como los espárragos. Así es como se mantiene el mito de que “España no es racista”. Cómo vamos a ser racistas, si los españoles somos todos blancos, si no venimos de ninguna parte, si somos “de aquí de toda la vida”.

[1] Gómez Alfaro, A., La gran redada de gitanos, Ed. Presencia Gitana, 1993.

[2] Marcu, V. La expulsión de los judíos de España, Ed. Renacimiento, 2021.

[3] Izquierdo Benito, R., El antisemitismo en España, Universidad de Castilla-La Mancha, 2007.

[4] Lomas Cortés, M., Proceso de expulsión de los moriscos de España, Universidad de Valencia, 2016.

[5] Torrenaldai, J. M., Libro negro del euskera, Trartalo, 1998.

[6] Piqueras, J. A., La esclavitud en las Españas, Catarata, 2011.

[7] Martín-Márquez, S., Desorientaciones. El colonialismo español en África. Bellaterra, 2011.

[8] Garza, F., Quemando mariposas. Sodomía e imperio, Laertes, 2002.

[9] Chollet, M., Brujas. ¿Estigma o la fuerza invencible de las mujeres?, Ediciones B, 2019.

[10] Kamen, H., La inquisición española, Ed. Crítica, 2023.

[11] Federici, S., Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria, Traficantes de Sueños, 2010

[12] Sáez del Álamo, J., “Genealogía del racismo”, Diccionario Crítico de Ciencias Sociales, 1993:

https://www.theoria.eu/dictionary/R/racismo_genealogia.htm

[13] https://informesdiscriminacion.gitanos.org/ 


Javier Sáez del Álamo (Burgos, 1965) es un sociólogo, traductor y activista gay español, especialista en teoría queer y en psicoanálisis.

Ha trabajado como docente universitario, y como experto en políticas contra la discriminación en el Fondo Social Europeo, y como Consejero del Representante Especial del Secretario General para Derechos del Pueblo Gitano del Consejo de Europa.

Además, es Técnico experto del departamento de Igualdad y Lucha contra la Discriminación de la Fundación Secretariado Gitano, donde coordina los Informes Anuales "Discriminación y Comunidad Gitana" desde 2012.

Mas información sobre su biografía y bibliografía:

https://www.hartza.com/

https://es.wikipedia.org/wiki/Javier_S%C3%A1ez_del_%C3%81lamo

Los judios fueron quemados acusados de propagar La Peste.
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