Este es el segundo año que la FSG, con la financiación de la Agencia de Cooperación al Desarrollo del Principado de Asturias, desarrolla un Programa de Sensibilización sobre Prejuicios, Estereotipos y la Discriminación y tras la experiencia adquirida el año pasado, este año se ha centrado en la Comunidad Gitana.
El proyecto comenzó en octubre y durante dos meses de trabajo se desarrolló en 16 Centros Educativos de Secundaria del Principado de Asturias, realizando sesiones con un total de 56 grupos y consiguiendo una participación de más de 1200 alumnos/as de Educación Secundaria Obligatoria de edades comprendidas entre los 12 y los 18 años de edad.
Como conclusiones desprendidas de las evaluaciones y el trabajo en las aulas en estos meses podemos apuntar que, sin lugar a dudas, los gitanos y las gitanas son las personas más rechazadas por la sociedad y esta imagen se traslada a los/las adolescentes, que en la mayor parte de los casos no han tenido un contacto directo con ellos pero manifiestan prejuicios asimilados de sus progenitores, amigos o del entorno social que les condicionan en sus ideas. El rechazo que manifiestan hacia el gitano es directo, no velado, y se agudiza mucho más en las zonas rurales o núcleos de población pequeños donde existe más contacto. También hay que decir, que es en estos núcleos donde las condiciones de vida de la población gitana son mucho más precarias, por lo que la diferencia con la población “normalizada” es mayor. El estereotipo del gitano “roba-gallinas” está muy presente en la mente de los/las adolescentes de estas zonas.
Para la mayor parte del alumnado con el que hemos trabajado, el gitano con formación, que vive en vivienda normalizada, con un trabajo es minoritario, el gitano que ellos y ellas conocen no tiene esa imagen.
Los términos con los que identifican a los gitanos son:“Ladrones”, “chatarreros”, “sucios”, “viven en Chabolas”, “son conflictivos”, “roban”, “no saben hablar”, “delincuentes”; aunque hay que decir que muchos chicos/as establecen la diferencia cultural y entienden que la tradición les marca mucho su vida diaria.
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