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A fondo: por una Ley Integral de Igualdad de Trato y no Discriminación
Moha Gerehou
Presidente de SOS Racismo Madrid
1. ¿Cuál es su opinión sobre una Ley Integral de Igualdad?
El día en que se apruebe en España una Ley Integral de
Igualdad y echemos la vista atrás para ver todos los
años en los que no la tuvimos veremos horrorizados el
error que la sociedad española cometió. En un mundo en
el que la diversidad es un valor al alza y sus defensores
más poderosos que nunca, la inacción a nivel de Estado
se asemeja a cortar las alas de un ave en pleno vuelo.
Una Ley Integral de Igualdad, bien planteada y elaborada
junto a la sociedad civil, sería un mecanismo más de
protección frente a los abusos que desgraciadamente
existen fuera. A día de hoy nuestra sociedad ha de-
sarrollado sistemas de protección frente a los golpes
recibidos desde otros ámbitos pero no tiene una res-
puesta clara y contundente cuando se atacan un dere-
cho fundamental como es la igualdad por color de piel,
nacionalidad o etnia.
Los cimientos de una Ley Integral de Igualdad existen.
Hay un precedente relativamente reciente en el que con
voluntad política y social prácticamente se llegó a una
solución. Esa misma voluntad política, pero en otro sen-
tido, la tumbó. Varios años después y con una sociedad
más madura y concienciada, la voluntad política debe
quedar sepultada por la voluntad social que exige igual-
dad frente a la ley y contundencia frente al odio. La
política no debería quedar por detrás de la sociedad en
esta cuestión.
2. ¿Qué repercusión tendría en la labor que desarrollan
desde su entidad y con el grupo de población con
el que trabaja?
En una organización como SOS Racismo Madrid una ley
de esta índole otorgaría una seguridad nunca antes vis-
ta. Y la cobertura que hasta ahora nosotros, una aso-
ciación de tamaño reducido, no podemos alcanzar. En
nuestra labor diaria es frustrante no poder acogerse a
una legislación específica sobre unos problemas muy
específicos que se dan en todos los ámbitos de la so-
ciedad: sanidad, educación, ocio, empleo…
Asimismo, en SOS Racismo tenemos constatado que
hasta el 90% de los casos de racismo que se producen
en nuestra sociedad no se denuncian. En ocasiones se
debe a la relevancia del hecho, pero en muchas es por
la falta de mecanismos de denuncia que permitan sacar
a la luz un problema latente pero por desgracia todavía
invisible. Una Ley Integral de Igualdad permitiría que a
nivel estatal se implantaran las herramientas necesarias
para que cuando una persona sufriera racismo en la so-
ciedad tuviera claro dónde acudir para denunciarlo.
Respecto al segmento de población con el que traba-
jamos, el de las víctimas de racismo, que en ocasiones
son migrantes, dotaría de seguridad a uno de los gru-
pos sociales con más inseguridad del país: bien por-
que aunque sean españoles son considerados de fue-
ra o bien porque son de fuera y deben enfrentarse a
los problemas de racismo y a un sistema de fronteras
(interiores y exteriores) extenuante. Acudir a la ley con
plena garantía de protección es una de las maneras más
efectivas de combatir la desigualdad que a día de hoy
genera pertenecer a un color de piel o etnia distintos de
la mayoría dominante.