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Discriminación y Comunidad gitana 2016
8.
León.
Acceso a Bienes y Servicios.
Discriminación directa.
Tres mujeres gitanas se citaron en una cafetería
de León situada en el mismo barrio donde vivían. Justo en la puerta, la dueña del local se negó a servirlas alegando
su supuesto derecho de admisión. Las tres mujeres le preguntaron el motivo y la dueña manifestó que “no tenía
por qué dar explicaciones”. Ante estos hechos salieron del establecimiento y a continuación volvió a entrar una
de ellas y solicitó la hoja de reclamaciones. La dueña del bar se negó a entregársela alegando que había cámaras
de vigilancia y que iba a llamar a la policía.
Unos minutos más tarde, la policía se presentó. Cada parte expuso su versión de los hechos y la policía tomó los
datos. Una vez que éstos tuvieron toda la información de lo sucedido, fueron ellos mismos quienes recomenda-
ron a las víctimas que deberían poner una hoja de reclamaciones en la junta de Castilla y León.
Una de las víctimas se acercó hasta la Fundación para que se le ayudásemos a redactar la hoja de reclamaciones
que le dieron, cosa que hicimos. Se realizó la reclamación y no obtuvimos respuesta.
9.
Mérida.
Acceso a Bienes y Servicios.
Discriminación directa.
Un grupo de chicas gitanas de Mérida trasla-
daron que al ir a entrar a un karaoke de su barrio el portero les dijo que no podían entrar porque “en su local no
entraban gitanas”
Las jóvenes informaron al portero que aquello no era legal; sin embargo, el portero les señalo que sí que era legal
y que estaba haciendo uso de su derecho de admisión.
Tras ser informadas por el departamento, las jóvenes nos trasladaron que se sintieron impotentes y no encon-
traron ninguna explicación a su actitud, salvo que eran racistas con las personas gitanas, pero no quisieron tomar
más medidas.
10.
Mérida.
Acceso a Bienes y Servicios.
Discriminación directa.
Una mujer gitana que llevaba luto nos contó
que cada vez que entraba en cierta tienda el vigilante de seguridad empezaba a perseguirla por toda la superficie.
Nos informó que incluso en una ocasión le preguntó que si la perseguía por ser gitana o por ir de luto.
El guardia de seguridad no le respondió y se alejó de ella.
Ella nos comentó que a otras mujeres gitanas también les pasó lo mismo en el mismo supermercado.
Las mujeres nos trasladaron que no sabían si fue cosa del vigilante o de la empresa que les dio las órdenes, pero
ellas tenían la certeza de que las perseguían porque pensaban que iban a robar alimentos del supermercado.
11.
Murcia.
Acceso a Bienes y Servicios.
Discriminación directa.
Un grupo de jóvenes gitanas y gitanos se
encontraban en la puerta de una discoteca y cuando se dispusieron a entrar el portero les dijo que era una fiesta
privada y que no podía dejar entrar a nadie. Los jóvenes, que se quedaron en la puerta, unos minutos más tarde
pudieron comprobar que otras personas pudieron entrar: el portero no les puso ninguna excusa y tampoco les
dijo que era una fiesta privada.
Los jóvenes solicitaron una hoja de reclamaciones pero ni el responsable del local ni el portero les hizo caso.
Nos trasladaron que se sintieron tan discriminados que se quedaron en la puerta del local gritando que era un trato
racista, tratando así de visibilizar que en ese local se discriminaba a las personas gitanas.