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Discriminación y Comunidad gitana 2017
28.
Murcia.
Acceso a bienes y servicios.
Discriminación directa.
Una joven gitana trabajadora de la FSG de
Murcia, contactó con una empresa de Servicios Turísticos, para alquilar una habitación en pisos compartidos. La
coordinadora le indicó una fecha y un lugar donde le enseñarían las habitaciones y pisos disponibles.
Al llegar allí, acompañada por la Técnica de Igualdad, compañera suya de trabajo, les atendió una agente inmo-
biliaria, que les indicó que cerca del centro tenía tres habitaciones disponibles y que una de ellas la podría ver en
ese momento.
Sin embargo, al llegar el jefe de esta agente, la situación cambio. Primeramente, le comentó a la joven que es-
taba seguro que no iba a querer compartir piso con dos chicos, intentando disuadirla. Ella se sorprendió ante tal
afirmación y le preguntó que por qué decía eso sin consultarlo primero con ella. Entonces, él le preguntó dónde
trabajaba, a lo que ella contesta en una ONG, le volvió a preguntar 3 veces lo mismo y finalmente ella contestó en la
Fundación Secretariado Gitano. La respuesta inmediata de él fue que entonces necesitaría su nómina y certificado
de seguridad social para comprobar que la nómina no fuera falsa.
Acto seguido el responsable le pidió a la agente inmobiliaria que le acompañara al pasillo, y al regresar la agente
les indicó a las jóvenes que no le quedaba ninguna habitación disponible en ninguna zona de Murcia. Asimismo, le
indicó que en cuanto quedara alguna disponible, se pondría en contacto con ella.
A los pocos días y mediante un mensaje de WhatsApp le indicó a la joven que no podían alquilarle ninguna habi-
tación porque los estudiantes no querían compartir con trabajadores/as.
Desde la FSG en Murcia se hizo un testing y se comprobó, mediante llamada de teléfono anónima, que se seguían
alquilando habitaciones y que, además, no era necesario presentar ninguna otra documentación, únicamente, el
contrato de trabajo. En ese momento, la Técnica de Igualdad se identificó y le pidió explicaciones a la responsable
de la inmobiliaria a lo que ésta contestó a través del teléfono que “no quiero alquilar a yonkis y no me toques los
huevos”.
Se solicitó la hoja de reclamaciones a la misma persona de la inmobiliaria, sin recibir respuesta alguna. Con lo cual,
se decidió formular la correspondiente denuncia ante Fiscalía provincial de delitos de odio y discriminación, por
vulneración del Derecho a la Igualdad e infracción del art. 512 del Cp. que recoge el delito de denegación de acceso
a bienes y servicios en el ámbito privado por motivos de discriminación, en este caso por discriminación étnica.
Actualmente, el caso se encuentra en fase de investigación y ya se ha tomado declaración a las víctimas, por
parte de la Fiscalía.