

77
Análisis del antigitanismo
el informe de la OSCE, Anti-Gypsyism in the European
mass-media [2005]). Por desgracia, parece que no hay
ninguna duda en la mente, las acciones y las políticas de
las mayorías a la hora de considerar lo que son estilos
de vida modernos y civilizados y lo que no lo son.
El antigitanismo se manifiesta no sólo a través de la
categorización racial, que plantea la inferioridad de los
gitanos, sino principalmente a través de la deshumani-
zación directa de los romaníes. El antigitanismo, por lo
tanto, se puede definir como una forma de deshuma-
nización, porque los prejuicios contra los gitanos van
claramente más allá de los estereotipos racistas que
asocian a los gitanos con rasgos y comportamientos
negativos.
Atravésde ladeshumanización, los romaníessonvistos
como menos que humanos; y, al ser menos que huma-
nos, se les percibe como si moralmente no tuvieran de-
rechos humanos iguales a los del resto de la población.
Otros autores describen esto como deslegitimación
(Bar-Tal, 1989; 1990) o exclusión moral (Staub, 1987;
Opotow, 1990).
El incumplimiento por parte de los Estados europeos
(por ejemplo, Italia y Países Bajos) de otorgar el re-
conocimiento oficial como grupo es muy diferente
en la intención y en el resultado al racismo deshuma-
nizante, pero es en mi opinión una dimensión institu-
cional del antigitanismo. Ni Italia ni Países Bajos re-
conocen oficialmente al pueblo gitano como minoría
étnica nacional, a pesar de reconocer a otras minorías
nacionales.
II.
Racismo biológico
«Y sin embargo, aunque no haya razas,
¡el racismo ciertamente existe!»
Jacquard y Pontalis (1984)
El racismo es un concepto relativamente nuevo y de
acuerdo con Zack (1996), el
Oxford English Dictionary
data las primeras apariciones del término «racismo» en
la década de 1930. En realidad, el racismo estaba ya en
la base de la exclusión y de violentos conflictos desde
mucho antes.
Una serie de teorías encuentran las raíces del racismo
biológico (el racismo basado en un noción esencialista
de raza, vinculada al nacionalismo y al Estado) mucho
antes de la teoría del siglo XIX de Arthur de Gobineau,
considerado el padre del racismo biológico y el primero
en escribir sobre razas humanas distintas en su publica-
ción
Essai sur l’inégalité des races humaines
(1853-1855).
Zack (1996) considera que «los conceptos modernos
de raza derivan de la pseudo ciencia de los siglos XVIII
y XIX, que racionalizó el colonialismo europeo y la es-
clavitud» (Pág. 3).
Como Zack, Williams (1995) considera que el racismo
precedió a las teorías de Gobineau y argumenta que
el racismo fue creado para justificar la esclavitud en
África, dado que introduce las primeras nociones de ra-
cismo vinculadas a la «racionalización de la esclavitud».
Kant también es visto por Zack (1994) como alguien que
pudo haber contribuido a la creación del concepto eu-
ropeo del racismo, cuando utiliza la teoría de la esencia
de lo natural de Aristóteles, quien considerada a los bár-
baros como esclavos naturales.
Probablemente la primera aparición de conceptos ra-
cistas la podemos encontrar en Platón (2002) quien es-
cribió en «La República» de que hay personas «forma-
das intrínsecamente de materiales inferiores» (p.39). En
1940, Ruth Benedict definió el racismo como «el dogma
de que un grupo étnico está condenado por naturaleza
a una inferioridad congénita y que otro grupo está des-
tinado a una superioridad congénita» (p. 21).
El racismo científico o biológico, basado en las teorías
del siglo XIX de la superioridad biológica y la inferioridad
de las razas, está totalmente desacreditado y ya no es
aceptable en el discurso político y público. Sin embar-
go, en el caso de los gitanos, a menudo nos encon-
tramos todavía formas virulentas de racismo biológico,
tanto en el discurso político como en el público (OSCE,
2005).
Mucho antes de que las teorías biológicas de la raza
surgieran en Europa, los gitanos ya eran perseguidos.
En varios países europeos se les prohibió vivir, fueron
esclavizados en lo que entonces era el territorio de Ru-
manía, eran acusados de jugar un papel en la muerte
de Jesús y, a menudo eran identificados con criminales
(Lucassen y Willems, 2001); los gitanos han sido recha-
zados continuamente por las sociedades mayoritarias.
Los informes de los países de la Comisión Europea a
menudo subrayan el racismo estructural contra los gi-
tanos que se da los países de Europa central y oriental,
sin embargo, algunos de esos países ya se unieron a la
UE y otros se unirán pronto. La violencia y los actos de
discriminación, incluyendo el rechazo promovido por el
Estado –algo que sería impensable en el caso de cual-
quier otra minoría-, a menudo se dan en el caso de los
gitanos europeos.