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Discriminación y Comunidad gitana 2016
16.
Mérida.
Vivienda.
Discriminación directa.
Una chica gitana encontró un cartel en que el que se informaba de
que se alquilaba un piso. Se puso en contacto con el propietario por vía telefónica. En principio hacía indicar que
le alquilaría el piso.
En la misma llamada telefónica la joven solicitó ver el piso y hablar del precio del alquiler.
Cuando se encontró con el propietario y éste les vio, le dijo sin más preámbulos, que
“no alquilaba su casa a
gitanos “
, cerró la puerta y no quiso abrir ni hablar nada más.
La joven nos trasladó que se sintió discriminada por ser gitana.
17.
Mérida.
Vivienda.
Discriminación directa.
Una familia gitana, que no tenía vivienda, informó al Departamento
de Igualdad de la FSG que llevaban más de tres meses intentando alquilar una.
Nos comentaron que habían contactado con distintas agencias inmobiliarias y que incluso en una ocasión res-
pondieron a un anuncio de una vivienda que estaba muy cerca de donde vivían en aquel momento. La familia
nos contó que por teléfono todo fue muy bien pero que cuando solicitaron ver la vivienda y encontrarse para
tratar otras cuestiones como el precio de alquiler, contratos, etc. se encontraban con la negación directa por el
propietario de alquilar su vivienda a una familia gitana.
La familia nos contó que en una ocasión tuvieron que hacer todas estas gestiones con un familiar que
no parecía gitano.
De esta manera sí que pudieron conseguir finalmente que les alquilaran una vivienda. Después cuando
los propietarios se dieron cuenta de que eran gitanos, no les dijeron nada, porque pagaban su alquiler
mensualmente de manera rigurosa.
18.
Santiago de Compostela.
Vivienda.
Discriminación directa.
Una joven gitana estaba buscando un piso en
alquiler. Vio un anuncio de alquiler al que llamó por teléfono, la propietaria se mostró muy interesada.
Después ver el piso, interesó a ambas partes llegar a un acuerdo. Cuando ya habían llegado a un acuerdo y todo
estaba hablado, salió la madre de la propietaria que resulto ser la verdadera dueña del piso y le preguntó direc-
tamente si eran gitanos.
Al responderle que sí, la propietaria del inmueble les dijo que entonces no se lo alquilaba porque estaba segura
se lo destrozarían.
La hija de la propietaria, que fue con quien había quedado, recriminó a su madre que le dijese aquello.
La joven finalmente no pudo acceder al alquiler.
19.
Mérida.
Vivienda.
Discriminación directa.
Una mujer gitana que vivía en un bloque de pisos era la única gi-
tana que vivía en el edificio. En una reunión de la comunidad el presidente expuso que había un problema con la
facturación de la luz porque algunos vecinos tenían enganchada la luz directamente del generador motivo por el
cual se había incrementado el importe. Una de las vecinas acusó directamente a la mujer gitana, quién lo negó.
Tras la reunión, se pusieron de acuerdo los vecinos en que debían acudir a los técnicos de la empresa para que
revisaran los contadores. Unos días más tarde, el técnico que revisó los contadores determinó en su informe que
el problema venía directamente del contador y que por eso se disparó la facturación.
Después de esto se comprobó que la mujer gitana no tenía enganchada la luz al contador del portal. La comuni-
dad de vecinos se disculpó públicamente.