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Discriminación y Comunidad gitana 2016
contra este tipo de delitos, su persecución real y efectiva es casi nula, lo cual convierte a estos textos
legales en papel mojado. La lucha contra el antigitanismo, que es una forma específica de racismo que
tiene graves consecuencias en las vidas de miles de personas, debería ser una prioridad de las políticas
públicas. Del mismo modo que la lucha contra la violencia de género está ya en la agenda política des-
de hace años, con resultados importantes en la mejora de la atención a las víctimas y en la conciencia
pública del problema,
combatir el antigitanismo debe convertirse en un reto visible y claro de los res-
ponsables políticos, con medidas concretas y presupuestos razonables
. En este sentido, la aprobación
de una ley integral de Igualdad, incluyendo medidas preventivas, sensibilizadoras y sancionadoras, y el
impulso del trabajo del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica, sería un avance
importante en defensa del derecho a la no discriminación.
La igualdad real de los ciudadanos gitanos y gitanas es aún un reto pendiente de la sociedad, avanzar en
esta materia mejorará la salud democrática de toda la sociedad, y la hará más digna y más justa