IX Informe FOESSA sobre exclusión y desarrollo social en España (2025) [editar]
Cáritas ha presentado el 5 de noviembre el IX Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en España, realizado por un equipo de 140 investigadores procedentes de 51 universidades, centros de investigación, fundaciones y entidades del Tercer Sector.
Desde la Fundación Secretariado Gitano valoramos que de manera ya regular y sistemática se incorpore la mirada específica hacia la población gitana en el análisis y la investigación social, especialmente en este Informe reconocido por su rigor.
En los últimos años, este amplio informe (el de 2025 cuenta con 712 páginas) viene recogiendo referencias a la situación de la población gitana en distintos apartados, incluido este año uno específico con el revelador título de “La población gitana en España, una comunidad más amplia de lo que se suele considerar” (pp. 359-363).
Según se indica en el informe, se han incorporado de forma sistemática instrumentos para la identificación de la población gitana. A partir de los datos obtenidos, se puede estimar una población gitana en España superior al millón de personas, hasta 1,3 millones si se incluyen los “casos de autoidentificación”. Su peso demográfico sería equiparable al de comunidades autónomas como Aragón.
Estas cifras, que ya se indicaban en el informe anterior, superan sustancialmente las que se han venido utilizando en los últimos años (alrededor de las 750.000 personas) por lo que es importante actualizar este aspecto en las políticas públicas (aparte de preguntase por qué estos indicadores no los realizan las encuestas oficiales).
Por otro lado, es también muy reveladora la presencia de la población gitana en los apartados dedicados a exclusión social y pobreza: más de la mitad de la población gitana (50,5%) y más de 4 de cada 10 hogares gitanos (44,2%) se encontraban en situación de exclusión severa (entre 520 mil y 669 mil personas de etnia gitana).
Si bien los niveles de pobreza entre hogares y personas gitanas han disminuido ligeramente, menos de una cuarta parte de la población gitana se encuentra fuera de situaciones de pobreza.
Especialmente alarmante es la situación de los menores de edad gitanos: 7 de cada 10 se encuentran en exclusión severa. La juventud gitana (18-29 años) presenta tasas de exclusión similares a las de 2009 lo que supone que el 61,5% de los jóvenes gitanos están fuera del empleo y la educación.
El desempleo entre la población gitana supera en más de tres veces el registrado entre la población no gitana (50,6% en 2024). Y, “a diferencia de lo observado en la población mayoritaria, no puede afirmarse que se estén alcanzando cifras históricas de mejora, ya que los niveles de desempleo entre esta minoría se han mantenido relativamente constantes a lo largo de las últimas dos décadas”.
Los problemas relacionados con la vivienda, señalados en este informe como una situación de verdadera emergencia, afectan de forma más aguda a los hogares gitanos. La proporción de viviendas con tenencia en precario en esta población (30,6%) multiplica por cinco la de los hogares no gitanos (6,1%). Del mismo modo, el hacinamiento grave alcanza al 18,4% de los hogares gitanos, frente al 3,2% en los no gitanos, lo que implica una diferencia de 15,2 puntos.
Respecto a la discriminación y el racismo, la discriminación étnica percibida se ha duplicado en 6 años en España. En tres de cada cuatro hogares de etnia gitana se señalan experiencias de discriminación.
También se recogen referencias a las desigualdades en salud, que muestran peores indicadores que en la población general. La esperanza de vida de las mujeres gitanas en España es significativamente más corta que la de las mujeres de la población general.
Respecto a las políticas públicas existentes, se cita la Estrategia para la Igualdad, Inclusión y Participación del Pueblo Gitano 2021-2030 como marco clave para la inclusión del pueblo gitano.
Como conclusión significativa se indica que “La lectura de conjunto del impacto de las sucesivas crisis en la población gitana evidencia con claridad que esta ha sido especialmente vulnerable a sus efectos sociales y económicos. Y si bien ha sufrido con mayor rigor e intensidad las consecuencias de las crisis, ha quedado al margen de los procesos de recuperación que han beneficiado al conjunto de la sociedad”.