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Discriminación y Comunidad gitana 2015
15
15.
Vitoria.
Servicios policiales.
Discriminación directa.
Un joven gitano se acercó a la FSG en Vitoria para
contarles una situación en la que se había sentido discriminado por ser de etnia gitana.
El joven relató que estando en su casa, la Ertzaintza lo llamó para que bajase al portal. Cuando les preguntó cuál
fue el motivo, le contestaron que le tenían que notificar una infracción que supuestamente había cometido al salir
del trabajo.
Tras constatar lo que había ocurrido, el joven les enseñó toda la documentación del coche y seguro para que
vieran que todo estaba en regla. Se disculpó por todo que había ocurrido, pues no se dio cuenta y les trasladó
que asumía toda su responsabilidad. Incluso les confirmó que su compañía aseguradora se pondría en contacto
con la persona o personas afectadas.
Sin embargo, el joven nos informó que en todo momento la policía le atacó verbalmente por el hecho de ser
gitano, pues en varias ocasiones, le tacharon de mentiroso.
El joven nos comentó que lamentaba lo sucedido pero no quiso que interviniéramos ya que eso podría generar
represalias y afectar al desarrollo de su trabajo, ya que no tenía testigos y era su palabra contra la de la policía.
16.
Málaga.
Servicios policiales.
Discriminación directa.
Un hombre gitano que es policía nacional fue acusado
por su inspector de policía, tras conocer que era gitano. La acusación fue de sustracción de anabolizantes.
El departamento de Igualdad se reunió en la sede central con la familia para obtener más información y la docu-
mentación relacionada de primera mano. La familia nos trasladó que se sentían desprotegidos y discriminados
por el tratamiento recibido. El joven fue condenado por esas acusaciones.
La familia solicitó el indulto ya que consideraban injusto el internamiento de su hermano en prisión, indulto que le
fue concedido unos meses más tarde.
17.
Cantabria.
Servicios policiales.
Discriminación directa.
Uno de los alumnos del programa Promociona, de 14
años, fue parado cuando salía de su instituto para ir a su casa, por unos agentes de movilidad que le pidieron su
documentación. El alumno no tenía documentación por lo que lo llevaron en su coche a la Comisaría de policía
donde le tuvieron “retenido” dos horas. En este tiempo la familia no sabía dónde estaba y nadie les llamó para
decirles que estaba en comisaría. Pasadas dos horas (y sin avisar a la familia del menor) le dijeron que se fuese.
Su madre fue a la mañana siguiente a denunciar lo sucedido y le dijeron que a la policía no se la podía denunciar,
que a lo sumo, podía poner una queja.