Es prioritario aumentar el nivel educativo de la Comunidad Gitana para logra su pleno desarrollo y promoción social. Y al mismo tiempo, es preciso introducir en los espacios educativos elementos y propuestas de trabajo que tiendan a educar en el respeto a la diferencia y en la aceptación del otro. Un mayor nivel educativo potencia y defiende niveles de igualdad con respecto a la población mayoritaria y mantiene e impulsa la cultura gitana.
En esta línea, tres han sido las principales actuaciones desarrolladas durante el 2000:

Normalización educativa. Planteada a través de acciones de apoyo y seguimiento escolar, promoción educativa, sensibilización hacia la necesidad de la educación, acercamiento de la comunidad gitana a los recursos educativos reglados, etc. Se ha trabajado con alumnado de educación infantil, primaria y secundaria, con sus familias y sus profesores, facilitando la escolarización temprana, la normalización educativa a todos los niveles (hábitos escolares, relaciones constructivas entre los compañeros, aprendizaje curricular... ), buscando reducir el absentismo y favoreciendo la relación entre los centros educativos y las familias.

En total se ha trabajado con 288 casos en Madrid y 4.480 en las localidades donde han actuado los equipos del Servicio de Intervención del Convenio INEM-ASGG.

Apoyo a la continuación y permanencia en los estudios y el acceso a la Universidad. Actuaciones dirigidas a alumnado gitano de niveles superiores de educación, en todo el ámbito del Estado. El apoyo se ejerce, por una parte, mediante asignaciones económicas a aquellas personas con dificultades para seguir estudiando y por otra, mediante un apoyo psicosocial y educativo a través de tutorías individualizadas o en pequeños grupos, en las que los tutores trabajan con estudiantes, familias y centros de enseñanza.
El programa atendió 414 casos, de los que 204 recibieron ayuda económica (77 cursando estudios universitarios, 57 estudios medios y 70 el segundo ciclo de Educación Secundaria Obligatoria).

Apoyo educativo a través de actividades extraescolares. Mediante la creación de espacios socio-educativos para niños y niñas gitanas que posibiliten trabajar de manera indirecta determinados objetivos que refuerzan su permanencia y competencia en el sistema educativo y promueven su adecuado desarrollo psicosocial y cultural, compensando algunas de las dificultades o situaciones de desventaja en la que se puedan encontrar.
En Madrid han participado en estos programas 243 menores.

 

 

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