FSG EN CASTILLA Y LEóN

145 personas, un 47% de ellas menores de edad, dejan las chabolas y acceden a una vivienda normalizada
El programa de Acompañamiento social a familias en situación de exclusión residencial es Calificado "GOOD" en los Premios Internacionales que convoca ONU sobre Habitat
El programa de acompañamiento social a familias en situación de exclusión residencial del municipio de Segovia, iniciado en el año 2006, ha permitido que 70 familias que vivían en asentamientos segregados, pasen a vivir en vivienda normalizada en barrios integrados en el entramado urbano y rural y con el acompañamiento social de las unidades familiares, para garantizar su promoción personal y social con el fin de conseguir la autonomía personal y el logro de la plena ciudadanía.
Se trata de una Iniciativa con asistencia multilateral donde se ha intervenido tanto regional como localmente regional/local y con sectores públicos y privados.
El realojo de las familias implicaba la demolición de las infraviviendas y la recuperación ambiental del espacio urbano que ocupaban los asentamientos, teniendo en cuenta la normativa existente para el tratamiento de materiales altamente contaminantes como la uralita.
La participación en el Programa implicaba la aceptación de un contrato social entre cada familia y el equipo técnico, con compromisos sobre pagos de alquiler y suministros, cuidado de la vivienda, asistencia escolar, participación en actividades formativas y facilitación del seguimiento de su proceso de autonomía. Se establecieron itinerarios familiares individualizados: búsqueda activa de empleo, mejora de las competencias sociales, y fomento de hábitos para la mejora de su calidad de vida, teniendo en cuenta la diversidad de circunstancias personales, culturales y sociales.
La normalización en vivienda ha promovido su inclusión social, en la educación, la mejora de la imagen de la comunidad gitana, mejores condiciones de salud, organización doméstica, participación en la vida social de la ciudad, cercanía a los recursos, etc. Una vivienda digna es un factor determinante para prevenir la exclusión social y para garantizar un proceso pleno de integración social y ciudadanía, lo que facilita la igualdad de oportunidades.