EXPERIENCIAS
EXPERIENCIA EDUCATIVA EN EL C.P. ANTONIO DE NEBRIJA (MADRID)

Interculturalidad: la nueva lección de las aulas


Reportaje en las aulas del C.P. Antonio Nebrija

Intervención Educativa 

Programas FSGG

Exposición 
Los Gitanos:
Identidad y Futuro

Casa de Los Cavorrillos

Semana
Intercultural

Los colegios con altos porcentajes de alumnado de distintas culturas ya no son una excepción en nuestro país. Incluso en alguna comunidad autónoma como Madrid, se establecen ratios, no siempre cumplidos, para evitar que estas cifras superen determinados márgenes.

En este artículo presentamos, además de una experiencia educativa desarrollada en un colegio público de Villaverde, Madrid, donde niños y niñas comienzan a experimentar la interculturalidad, algunos datos sobre los programas que la Asociación Secretariado General Gitano desarrolla en éste y en otros 25 colegios de Madrid.

 

La intervención educativa que, en líneas generales, lleva a cabo la ASGG, se orienta hacia la promoción, apoyo y normalización del alumnado de etnia gitana que, históricamente, ha tenido unas necesidades diferentes al resto. Pero esta intervención no queda únicamente relegada a los más pequeños. Otro tipo de orientación se destina a la familia. El valor reside en implicarles, sensibilizarles ante la importancia de la educación de sus hijos e hijas y la necesidad de que, como padres, tengan una participación activa. En ocasiones no sienten el sistema educativo como algo relevante, lo que resulta en cierta manera lógico si atendemos al tipo de profesiones a las que tradicionalmente se han dedicado: trabajos que no demandaban más formación que la de saber leer y escribir. Tal y como señala Eduardo Conejo, responsable territorial de la ASGG en Madrid, "nosotros hemos planteado un trabajo de sensibilización, formación e información a las familias, para que descubran y asuman la importancia de la educación de sus propios hijos y para su futuro".

La tercera vía se sitúa en el propio circuito educativo, en este caso con los profesores, equipo directivo y asociaciones de padres. Sensibilización de los propios centros escolares, información, formación, asesoramiento sobre los elementos culturales y específicos, y códigos de conducta son, en definitiva, las claves que se transfieren al profesorado para desempeñar su trabajo teñido con este tipo de necesidades.

Maite Andrés, responsable del Área de Educación de la ASGG, apunta un dato importante: "desde los centros de profesores nos llaman a menudo para trabajar y dotar a los profesores de información sobre las características de la cultura gitana y metodologías de trabajo en aulas con alumnado de minorías o en situación de desventaja socioeconómica".

LA EXPERIENCIA DE VILLAVERDE (C.P. ANTONIO DE NEBRIJA)

El Colegio Público Antonio de Nebrija (Villaverde, Madrid) es un cruce de caminos y proyectos, en el que se desarrollan programas de compensación externa, seguimiento escolar y compensación educativa. Su medio, una mirada integral donde se entiende al alumno en su entorno, en su contexto socioeducativo, familiar y cultural. Los caminantes… se incorporan, paulatinamente, en las próximas líneas.

Durante un día visitamos las aulas donde los pupitres no distinguen etnias, donde el compañero de la derecha de Daniel es gitano, el de delante polaco, el de la izquierda marroquí y la de atrás colombiana. Mantenemos una conversación distendida con la directora del colegio, la jefa de estudios, la mediadora social de la ASGG, los profesores de esos alumnos payos, gitanos, africanos… volvemos a ser niños entre los alumnos de infantil, tercero A y sexto A de primaria. En definitiva, compartimos un tiempo entre todos aquellos que forman parte y construyen cada día una realidad educativa y una sociedad nueva.

Teresa, la directora, recuerda el primer contacto con la ASGG. "Vinieron unas personas hace tres años para ofrecernos su colaboración… El conocimiento quedó ahí. La primera organización con la que trabajábamos se fue del barrio y queríamos presentar el programa de compensación externa. Entonces nos acordamos de aquellas personas de la ASGG y empezamos a entrevistarnos y a trabajar con ellas. Nos parecía la asociación ideal y estamos muy contentos".

Desde aquello han pasado dos años. "El objetivo del programa es integrar alumnos gitanos y de otras culturas en actividades complementarias que ofrecía el centro. Desde la administración educativa, se intenta paliar el déficit educativo de familias que, por una razón u otra, tienen desventajas económicas o sociales. Es recomendable que sean actividades lúdicas, pero que también les enseñen valores como la tolerancia, y hábitos que intenten integrar estas minorías con la población. El programa también es el pretexto para que los niños aprendan a convivir."

Toñi, mediadora gitana, responsable del programa educativo de la zona Villaverde de la ASGG, nos da una visión general del programa y del sentimiento que ha acompañado la relación del gitano y la escuela durante décadas. "Intentamos, mediante la familia, dar un apoyo a los hijos en todo el proceso educativo para que valoren, entiendan y se impliquen en el sistema educativo. Las acciones en el colegio se centran en la formación del profesorado, visitas a familias, transmisión de esa información al colegio, apoyo en el tema de becas, matrículas… Se procura que sea más democrático y que las familias sepan por dónde ir. El gitano no siente la escuela como referente, siempre le ha pasado. Dentro de nuestras prioridades no estaba como algo necesario. La familia gitana entiende el colegio, en líneas generales, como una escuela de payos que no está adaptada a la cultura gitana. Lo siente lejano. Intentas ser uno más, pero a veces no lo eres, tienes otras diferencias culturales, lo que está bien. Antes, el sistema educativo quería absorber a la población gitana; ahora, con el tema de interculturalidad y las oleadas de inmigrantes, parece que los gitanos sí tienen derecho a ser diferentes".

Teresa Caballero dirige desde hace 6 años el Colegio Público Antonio de Nebrija. Un colegio que "refleja la sociedad, la realidad; por eso defiendo la escuela pública". Esa nueva sociedad que se traduce en aulas donde la mezcla entre españoles (payos y gitanos), latinoamericanos, hijos de inmigrantes de las repúblicas exsoviéticas, musulmanes, rumanos, polacos, búlgaros e incluso chinos, es cada vez más frecuente. Hay un total de 456 alumnos. De ellos, 14 son gitanos y 100 de diversas nacionalidades.

Gitanos y Antonio Nebrija se conocen desde siempre

La interculturalidad en las aulas es un fenómeno más reciente. La primera extranjera, de nacionalidad china, llegó al colegio hace siete años. "Fue el primer susto y, a partir de ahí, nos fuimos asustando cada vez, porque recibes a un niño polaco, rumano, marroquí… que incluso llega con alguna palabra aprendida". Sin embargo, este problema idiomático no atañe a los niños de la comunidad gitana. "Siempre ha habido alumnos gitanos. Los que tenemos están muy asentados, viven en pisos y tienen muy poco absentismo escolar. Algunos tienen circunstancias especiales y faltan a clase, pero como otras familias payas, circunstancia que no se da en razón de su etnia, sino por razones sociales y familiares". No obstante, este año el colegio cuenta con alumnos de tres familias que han sido realojadas. "Proceden de chabolas y tienen fracaso escolar por su situación. Pero a nivel de integración no ha habido ningún problema."

Las percepciones cambiantes

Durante 25 años se han dado algunos pasos. Algunos estereotipos se han ido quedando en el camino. Otros no son tan fáciles de apartar. Una nueva realidad y la formación que los docentes recibieron en el Programa Convivir es Vivir, de la Comunidad de Madrid, ayudaron, en parte, a su cambio de mentalidad. "Desconocíamos mucho de la cultura gitana y los profesores nos hemos tenido que formar. Piensas en sus bodas, recurres a la imagen del vendedor ambulante… Por primera vez hemos tenido a monitores gitanos, con otra cultura, otra visión, que te demuestran que no es así. Nos ha sorprendido gratamente la labor de Toñi, mujer, gitana, que hasta entonces no se había dado en el centro". Sin embargo, el caso de esta mediadora de la ASGG dista de la realidad de las aulas. "Conocemos niños que han pasado a secundaria" señala Felisa Caballero, Jefa de Estudios del centro. "La escolarización de los niños es más regular e incluso algunos se integran en programas de garantía social. Sin embargo, nos ha costado mucho esfuerzo con las niñas, se ha trabajado muchísimo ya que, a partir de sexto, se descuelgan mucho".

José Manuel Pulido, profesor de compensatoria y familiarizado con este tipo de alumnado, se muestra igualmente preocupado: "Sería importante que en la casa abrieran las posibilidades que tiene el ir al colegio y no encasillaran a las niñas por el hecho de serlo. Ese problema se ve claro, y aunque hay un pequeño cambio de mentalidad, falta bastante. Cuando la alumna, que va bien, termina la primaria y le dices a la mamá ¿irá al instituto? Contesta que no. E insistes. Pero si va bien y no tiene ningún retraso ¿por qué no va al instituto?, ¿qué va a hacer la niña, se va a casar…? Lo ven lejano, frío, inseguro, piensan que es gitana y que en el ambiente la van a discriminar. El instituto es otro mundo y acabar la primaria ya es mucho".

Toñi, como mujer gitana y en continuo contacto con las familias, ofrece una visión global del asunto. "Las niñas vamos tomando papeles, desde pequeñas, de rol maternal, como mujer, con responsabilidades a temprana edad. Casi no tenemos adolescencia. Vamos adoptando una posición de casi niña a mujer, y el tema del instituto queda un poco lejos. Ahí estamos trabajando mucho con la familia, con la niña y su valor de mujer, para que, dentro de unos límites, les otorguen más participación y libertad. Pretendemos que evolucione hacia algo más positivo".

El trabajo arduo que se lleva a cabo, desde tantas instancias, para que estos clichés desaparezcan, se encuentra con estereotipos positivos y reconocidos. Tal y como señala Felisa, "Nos conocemos de toda la vida y sabemos tratarnos. Muchas cosas están aprendidas, como las familias y los hermanos aprenden entre sí. Los payos valoramos el conocimiento de la etnia gitana, la importancia de la figura del padre, del abuelo, el valor de la palabra sin necesidad de un formalismo escrito. Como profesora, veo que el gitano es muy receptivo a los sentidos, es muy expresivo y tiene la capacidad de captar el sentimiento de muchos aspectos curriculares". A esta percepción se unen las conclusiones de los docentes Carmen y José María: "Son mucho más autónomos, le dan mil vueltas al payo en cuestión de autodominio, destreza, habilidades…"

La realidad espera cambios

Hace 25 años que el Estado se propuso la escolarización de los gitanos. "Se dice que es universal", comenta Felisa, "pero no se ha conseguido porque estamos hablando de que la mayoría no cumple la secundaria. Cuando ellos conozcan el buen resultado de lo que significa la educación, la generación siguiente lo hará espontáneamente. Las instituciones tienen que comprometerse con medidas legales para que la integración se produzca".

A los problemas derivados de la propia situación gitana y a los que entraña la diversidad de las aulas, se une la reforma educativa de la LOGSE, "una reforma de capacidades", según la directora del centro. "Hemos fallado un poco en el sentido de que no sólo hay que valorar al alumno por tener capacidad, sino que éste tiene que demostrarlo". De hecho, las estadísticas son preocupantes. Las cifras reales, distintas de las oficiales, reflejan un fracaso escolar manifiesto y el incumplimiento de los objetivos curriculares en casi un 50%.

Pero si alguien tiene un papel fundamental en este proceso es la familia. El porcentaje de responsabilidad entre ésta y las instituciones no está definido. Como señala Teresa, "en el centro vemos que estas familias tienen peculiaridades distintas que las demás. Ello se traduce en la manera de convocarlas, el lenguaje que usamos, el acercamiento, la flexibilidad… Los de abajo vienen marcando y los padres tienen que adaptarse porque, si no, se les escapan. Se están planteando otra vida, se están cuestionando situaciones de futuro. Ya no quieren la venta ambulante para sus hijos. Pero no basta con decir al niño quiero que te eduques: los valores de la familia se transmiten por el ejemplo".

El ambiente en casa es fundamental. Además de la motivación, es muy importante que vean la practicidad de la educación, el porqué y para qué se hace. Uno de los objetivos de la ASGG es buscar los medios para que los padres participen. En la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (AMPA), por ahora, no hay representación gitana.

El mundo de las ideas en los niños

Este tejido complicado que plantean los adultos se desdibuja en las aulas. Cuando charlas con los niños, parece que la espontaneidad, los ojos de la inocencia que están acostumbrados a la diversidad, los oídos que atienden a realidades diversas a las suyas y a voces cantarinas de otros países, están forjando un futuro en el que quizá, un día, no se hable de integración, sino, como señala Felisa, "de una escuela que eduque a personas en los 5 ó 6 valores universales y no distinga de grupos étnicos o geográficos". La heterogeneidad de las aulas, que por un lado exige una preparación tremenda al profesorado para solventar el desfase de conocimientos y los niveles de comprensión, tiene un lado positivo incuestionable: niños tolerantes, mundos abiertos, comprensión, alumnos menos dogmáticos, solidaridad y tabúes derribados. Y aunque todo pueda quedar en palabras, constatamos entre los niños que esto es verdad. Responden al unísono que prefieren una clase con compañeros de otros países que les enseñan su cultura, la geografía, el clima, los dioses, las costumbres, la comida, la ropa, la artesanía… dicen que echan de menos a su compañera gitana Zulani, que era muy simpática, valoran la alegría de los gitanos que cantan, bailan y tocan palmas en el patio… observan estupefactos y asombrados cómo Karim, de Marruecos, reza de rodillas mirando a la Meca…

Lali Ortega Cerón

 

NORMALIZACIÓN EDUCATIVA

Este programa se lleva a cabo desde 1999, en el marco de un Convenio con el Ayuntamiento de Madrid, en 21 colegios del Municipio distribuidos en Vallecas-Puente, Usera, Villaverde, Latina y Carabanchel. Además, se está desarrollando en dos colegios de Aranjuez. Se trabaja en varias líneas. La primera, el Programa de Seguimiento Escolar, que va mucho más allá de lo que es el control de absentismo y seguimiento. Se hace hincapié en la potenciación, apoyo escolar y refuerzo de los niños. El absentismo escolar y la consiguiente pérdida de ritmo educativo se han paliado bastante. "Tratamos de desempolvar las causas de esta realidad, por lo que es vital el trabajo con la familia, equipo directivo, profesorado y la interrelación de nuestros programas".

Con los niños se realiza un trabajo de apoyo, refuerzo escolar y lúdico. En la mayor parte de los colegios se utilizan actividades entretenidas y motivadoras. Se fortalece, entre otros aspectos, su protagonismo en el colegio y la relación a través de su propia cultura o gustos. Determinadas actividades también son la excusa para la implicación y acercamiento de las familias al centro escolar. Cuanto más partícipes sean, más comprenderán la educación de sus hijos y sentirán más cercano el espacio del colegio.

Otro objetivo es facilitar la transición del alumnado que accede a secundaria, ya que el reto es crear referentes respecto al avance en el proceso educativo y el acceso a la universidad. En estos casos se refuerzan las visitas a las familias. Otro tema importante es la escolarización en barrios donde sigue habiendo mucho realojo.

COMPENSACIÓN EXTERNA

Estos programas se desarrollan en colaboración con la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. Intentan mitigar, a través de actividades específicas dentro o fuera del horario escolar, necesidades educativas y sociales de determinados alumnos. Los objetivos son los mismos que los descritos anteriormente. Sí varían los recursos y en algunos centros se compaginan la compensación externa y el programa de seguimiento escolar. El presupuesto está limitado a un millón de pesetas y el propio colegio, tras la firma con la Consejería, opta por la asociación con la que llevarlo a cabo, en estos casos la ASGG. El período comprende desde el mes de septiembre u octubre hasta junio. Los seis centros pertenecen a los distritos de Vallecas (1), Villaverde (2), Latina (1), Carabanchel (1) y Usera (1). El programa permite una actividad constante a través de distintos talleres como bulerías, percusión, animación a la lectura, teatro, fotografía, etc.

COMPENSACIÓN EDUCATIVA

Estos programas parten del Departamento de Promoción Educativa de la Consejería de Educación. Son proyectos muy parecidos a los anteriores, pero con intervenciones más específicas. La selección de la asociación también la asume el centro escolar y la dotación económica es un poco más elevada que en los talleres de Compensación Externa. Como ejemplo, citar el Aula de Biblioteca del Colegio Público Antonio de Nebrija, donde se fomenta la lectura.

EXPOSICIÓN GITANOS: IDENTIDAD Y FUTURO

Con independencia de los programas anteriores, la ASGG cuenta con otras herramientas muy valiosas de carácter didáctico. Se pretende otorgar a esta exposición una orientación específica y básicamente educativa para menores y escolares. El objetivo es que se convierta en un medio permanente de sensibilización y promoción sobre cultura gitana. De hecho, el objetivo para el 2002 es que todos los colegios con los que se está trabajando la visiten. En el proyecto participan la Consejería de Educación, el IRIS y la ASGG.

LA CASA DE LOS CHAVORRILLOS

Bajo esta denominación se engloban las distintas actividades extraescolares con menores que, en la mayoría de los casos, cursan sus estudios en colegios donde son operativos algunos de los programas reseñados anteriormente. En cada dispositivo hay una sede donde se llevan a cabo actividades lúdicas, como las deportivas, o educativas tales como ludoteca, aula abierta, talleres de refuerzo escolar donde hacen los deberes, etc. Esta iniciativa supone un apoyo, fuera del ámbito escolar, para seguir reforzando la educación de estos niños y niñas. Los centros están ubicados en Latina, Vallecas, Villaverde y Carabanchel.

EL EJEMPLO PRÁCTICO: LA SEMANA INTERCULTURAL

Uno de los frutos del programa de compensación externa en el C.P. Antonio de Nebrija fue la Semana Intercultural, un espacio enriquecedor y multiétnico para alumnos, profesores y padres. Cuatro rincones mostraban lo más característico de la cultura árabe, gitana, española y centro-sudamericana. Cada país y cultura se reflejaba a través de su moneda, trajes típicos, objetos, incluso mapas de situación, todo ello explicado por guías autóctonos y especializados: los propios alumnos. En lo gitano, la fotografía de Camarón, una carreta artesana o, entre otros, un delantal de lunares, entonaban con el ambiente que se gestaba a ritmo de bulerías y sonidos de percusión. También ayudaron los diferentes talleres que se sucedieron durante estos días, como el de cestería, flores o recetas culinarias de platos gitanos; y las charlas sobre cultura gitana; y el arroz con leche o las judías con hinojo que, elaboradas por dos madres gitanas, se unieron al festival gastronómico internacional con el que culminó la Semana.

 

Nº 11, Octubre 2001, pp. 47-50