Ramón Bote, diecisiete años, vive con sus padres. Le gusta la mecánica, quiere prepararse y trabajar en un taller y... algún día quizás tener uno propio.
En el colegio Pío Baroja los compañeros de clase no me recibían bien por ser gitano, a la hora del recreo, cuando jugaban, ellos no me dejaban por ser gitano.
Mis hermanos y yo teníamos que estar solos en el recreo porque no nos aceptaban hasta el día que demostramos que éramos personas sin maldad, cuando apareció David, Profesor de Integración Social, gracias a él me aceptaron. Él me ayudaba a no ponerme nervioso porque me rechazaban, entonces yo iba a por ellos y se armaba la pelea y la discusión.
Gracias al Profesor de Integración Social que me ayudó a tranquilizarme respirando, contando hasta 10 y con ejercicios de "Autoestima". Así no me pasaba nada y gracias a él los compañeros de clase se acercaron a mí, luego pase al Instituto y ahí me recibieron bien hasta que dejé los estudios.
Ramón Bote Bote
Proyecto Puente Carabanchel