Actualidad

[editar plantilla]

Encuentro entre periodistas y asociaciones gitanas en el País Vasco [editar]

20 de Abril de 2013
Javier Pérez

COMPARTIR

En colaboración con la Asociación Vasca de Periodistas – Euskal Kazetarien Elkartea, en el marco de las actuaciones desarrolladas en torno al 8 de abril, Día Internacional del Pueblo Gitano, desde el Consejo Gitano del País Vasco promovieron un encuentro abierto entre periodistas y representantes del movimiento asociativo gitano de la CAPV que tuvo lugar el pasado sábado 20 de abril en Alhóndiga, Bilbao.

Javier Pérez, de la Secretaría Técnica del Consejo para la promoción integral y participación social del Pueblo Gitano en el País Vasco nos ofrece unas notas sobre lo debatido, de gran interés para avanzar en el conocimiento y la relación entre medios de comunicación y comunidad gitana y, en definitiva, en la mejora de la imagen social de ésta.

La celebración de este encuentro se alinea con lo previsto en la actuación nº 75 del II Plan Vasco para la promoción integral y participación social del Pueblo Gitano (Realización de acciones de sensibilización y formación a profesionales de medios de comunicación, con especial atención a los medios de comunicación de titularidad pública), y en cierta medida da continuidad al acto de presentación del informe de Unión Romaní ‘Periodistas contra el racismo 2011’ que tuvo lugar el pasado mes de diciembre en Bilbao toda vez que la idea de celebrar el encuentro a que ahora nos referimos se gestó entonces.  

Por lo que se refiere a la representación gitana tomaron parte* Rosa Jiménez (Asociación Kalé Dor Kayikó), Pascual Borja (Asociación Gao Lacho Drom) y Juan Carlos Jiménez (Asociación Kamelamos Adiquerar) acompañados por alguna persona más de estas asociaciones. Por lo que se refiere a las y los periodistas apenas llegaron a media docena escasa las personas asistentes. Con todo, pasada la sensación inicial de fiasco que no podemos dejar de reconocer motivada por la escasa presencia de periodistas lo cierto es que la valoración final de las y los asistentes fue muy positiva.

Algunas de las ideas planteadas y cuestiones abordadas a lo largo de la reunión fueron las siguientes:

  • Sensación expresada por parte de las y los gitanos de que a la prensa no se la tiene al lado sino enfrente, y de que el trabajo de muchos años puede echarse por tierra con muy poquita cosa desde los medios de comunicación.
  • Quizá resultaría más fácil una formación inicial en materia de atención a la diversidad en la Facultad de Periodismo que tener que modificar posteriormente actitudes y prácticas poco recomendables.
  • A esa formación sobre atención a la diversidad interesaría añadir unos conocimientos mínimos sobre historia y cultura gitana que ayuden a contextualizar situaciones actuales que careciendo de esos conocimientos pueden resultar –y a menudo resultan- malinterpretadas.
  • A menudo los medios de comunicación confunden la cultura gitana con la ‘cultura de la marginalidad’ y se dejan llevar por la fascinación de la miseria.
  • Por más que a las organizaciones gitanas pueda resultar de interés transmitir esa imagen, la normalidad no es noticia. Las asociaciones han de hacer un esfuerzo por generar y difundir noticias en positivo que conviertan la normalidad en algo atractivo para los medios de comunicación, y mejor aún si hay una historia personal que acompaña esa realidad. A todos los efectos, vende más una historia que un dato.
  • Respecto a la eterna cuestión sobre la mención a la condición étnica de las personas, la posición expresada por las y los periodistas se resume en nunca en el titular y en el contenido solo cuando aporta información relevante que ayuda a comprender/contextualizar la noticia. Lo cual resuelve solo a medias la cuestión en la medida que suele resulta discutible en qué contextos y hasta dónde la mención a la condición de gitano o gitana de los protagonistas de una noticia añade valor informativo.
  • En la medida que interesa a unos y otros, facilitaría las cosas contar con una agenda de contactos en el movimiento asociativo gitano que sirvieran como referentes quizá no como interlocutores únicos pero sí como responsables de las tareas de comunicación.
  • Otra cuestión delicada se refiere al límite difuso entre una realidad determinada y su conversión en un estereotipo. Por ejemplo, el hecho de que ante un ingreso hospitalario acuda un gran número de familiares puede ser reflejado de diversos modos. El hecho es un dato cierto, lo que alimenta el estereotipo es su interpretación convirtiéndolo en algo problemático en lugar de subrayar lo que tiene de positivo como expresión de un valor relacionado con la cohesión y el soporte familiar.
  • Las asociaciones señalan que la imagen de la mujer gitana que se traslada en los medios de comunicación suele ser poco ajustada a la realidad por partida doble, por estereotipada y porque no se contextualiza desde las claves culturales gitanas. Se insiste en trasladar una imagen de mujer sumisa frente a un hombre dominante reproduciendo siempre los mismos roles, unos roles que desde las claves culturales gitanas son susceptibles de una interpretación diferente, no como ‘mujeres vs hombres’ sino de ‘mujeres más hombres’. 
  • Ciertamente existe el derecho de réplica ante una información emitida por un medio. No obstante, la vía judicial siempre supone un plazo de tiempo imprevisible con lo que la respuesta pierde valor salvo que haya una sentencia condenatoria contundente y ejemplarizante. Parece más recomendable manejarse con cierta mano izquierda y trabajar en la dirección de ganarse a los profesionales de la comunicación como aliados.
  • Lo anterior no supone en ningún caso renunciar al litigio con los medios de comunicación cuando proceda. Los hechos de que se informa cuando se traslada una noticia por parte de un medio no son responsabilidad del medio, pero la forma en que se traslada la noticia sí. También el convertir una noticia puntual en un serial.
  • Uno de los ámbitos donde parece que las asociaciones gitanas deberían ser especialmente beligerantes es en lo que se refiere a los medios de comunicación digitales, y en particular en lo que se refiere a los comentarios que se vierten en relación con las noticias cuyos protagonistas son personas gitanas. La impunidad del anonimato alimenta la proliferación de expresiones racistas absolutamente intolerables. Los medios de comunicación no son responsables de esas opiniones pero sí lo son de permitir que en sus medios se expresen y hagan públicas. Los propios medios ejercen un control sobre algunos temas en torno a los cuales no se abre la posibilidad de expresar comentarios, por ejemplo cuando hablan de la familia real. La restricción de comentarios sobre determinados temas o la exigencia de una identificación personal de quienes intervienen limita las posibilidades de expresión de comentarios inadecuados. Las asociaciones deberían hacer causa de este asunto y perseguir, también por vía judicial, los comentarios racistas que se vierten en los medios digitales, además de convertirse en un quebradero de cabeza para los gestores de contenidos de esos medios insistiendo de forma permanente y contundente en la necesidad de poner freno a esos comentarios cada vez que se producen.
  • Se apunta la necesidad de aprender por ambas partes a conciliar necesidades e intereses del medio de comunicación y del colectivo. Los medios de comunicación no son una ONG, ni son ‘nuestros medios de comunicación’. Desde las asociaciones hemos de aprender a ganarlos para nuestra causa pero siendo conscientes de que sus intereses pueden ser otros. Hemos de aprender a poner freno a demandas que no proceden y también a facilitar fuentes, contactos, historias, etc. que faciliten que la imagen que trasladan los medios de comunicación esté en sintonía con nuestros planteamientos. Las quejas y las denuncias tienen su espacio tanto como la búsqueda de alianzas y estrategias de colaboración.
  • En este sentido, para acabar, siendo conscientes de la importancia de trabajar con los medios no solo en situaciones de calma sino con mayor cuidado si cabe en situaciones de crisis (es decir, cuando se produce un incidente relevante) desde la Asociación Vasca de Periodistas – Euskal Kazetarien Elkartea su presidenta se ofrece a impartir una sesión monográfica sobre el tema de dos o tres horas de duración, seguramente en junio, cuando acaben las clases de la Facultad de Periodismo de la que Lucía Martínez Odriozola es profesora.


* Atendiendo a que la idea de este encuentro surgió tras la presentación del informe de Unión Romaní acordamos con la Asociación Vasca de Periodistas invitar a participar a las asociaciones del País Vasco que forman parte de Unión Romaní considerando que reflejaban suficientemente la pluralidad territorial y el sentir de las asociaciones gitanas. No hay ningún otro criterio que explique la participación de estas asociaciones y no de otras. 

VOLVER A LA PÁGINA PRINCIPAL DE ACTUALIDAD
...

GITANOS.ORG

...

GITANOS EN LA PRENSA

El alumnado gitano en Secundaria
  • El alumnado gitano en Secundaria
  • VER MÁS