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Amnistía Internacional y la FSG llevan la cuestión gitana al Parlamento Europeo y reclaman a la UE que actúe para poner fin a la discriminación: “Es hora de actuar” [editar]

La DG de Justicia asegura que “la Comisión Europea está preparada para ir más allá y comenzar a abrir expedientes de infracción” a los Estados miembro que no respeten la Directiva de Igualdad Racial

09 de Abril de 2013
FSG

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Amnistía Internacional y la FSG llevan la cuestión gitana al Parlamento Europeo y reclaman a la UE que actúe para poner fin a la discriminación: “Es hora de actuar”

El 9 de abril, AI y la FSG, -como líder de la ERPC- organizaron en el Parlamento Europeo (PE) una audiencia –auspiciada por el Grupo de los Verdes- que bajo el título “¿Cómo puede ocurrir esto aquí? Discriminación de los gitanos en Europa”, congregó a más de 150 activistas gitanos, ONG de peso, expertos en comunidad gitana y miembros de la Comisión Europea y el PE.

El pasado martes día 9, Amnistía Internacional y la Coalición por una Política Europea para la Población Gitana (ERPC), liderada por la Fundación Secretariado Gitano (FSG) este semestre, llevaron la cuestión gitana hasta el Parlamento Europeo con un objetivo claro: pedir a la Comisión Europea que ponga en marcha de inmediato todos los mecanismos a su alcance para poner fin a la discriminación que sufren los cerca de doce millones de personas gitanas que viven en Europa. “Hay una clara falta de voluntad política para combatir de verdad la discriminación de los gitanos”, aseguró durante la sesión Belén Sánchez-Rubio, directora de programas internacionales de la FSG y coordinadora de la ERPC.

Pia Lindholm,experta jurídica de la DG de Justicia, recogió el testigo y aseguró que “la Comisión Europea está preparada para ir más allá y comenzar a abrir expedientes de infracción a aquellos Estados miembro que no cumplan las obligaciones marcadas por la Directiva de Igualdad Racial”.

Ambas declaraciones fueron realizadas en la audiencia -auspiciada por la parlamentaria del Grupo de los Verdes, Hélène Flautre- en la que intervinieron activistas gitanos de toda Europa, ONG de peso, expertos en la comunidad gitana, miembros de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo, etc. en torno a dos temas clave: por un lado, la discriminación de personas gitanas en el acceso a vivienda y educación y, por otro, el antigitanismo y la violencia derivada del racismo.

Audiencia en el parlamento Europeo sobre discriminación y gitanos en Europa
Audiencia en el parlamento Europeo sobre discriminación y gitanos en Europa

La clave: que los Estados miembro cumplan las directivas europeas contra discriminación

El primer panel, centrado en la discriminación en vivienda y educación, estuvo moderado por Belén Sánchez Rubio, directora de programas internacionales de la FSG y coordinadora de la ERPC, que aseguró que “la discriminación que sufren muchas personas gitanas en Europa es una realidad vergonzosa, indignante e intolerable”.

Por su parte, Claudia Greta, activista gitana rumana y panelista, emocionó a los más de 150 asistentes contando su personal historia de discriminación que cerró con una petición clara: “Estamos cansados de hacer las maletas, de ir de un lado para otro… estamos cansados de luchar, por eso le pido a la Comisión Europea que, por favor, haga algo por nosotros”.

Iveta Horvátová, activista de la república Checa, centró su intervención en analizar en voz alta porqué sus cuatro hijos no tienen las mismas oportunidades educativas que el resto de los niños de su país, llevando el debate a la segregación en las escuelas checas, denunciada por Amnistía Internacional, entre otros. “A mis hijos, al igual que a otros muchos niños gitanos, les gustaría tener las mismas oportunidades que los demás, pero se les niega… es intolerable, se están violando sus derechos humanos”.

Pia Lindholm intervino justo después en el panel asegurando que para mejorar la vida del pueblo gitano “necesitamos más esfuerzo por parte de los Estados miembro. Las promesas no deberían quedarse en palabras sobre el papel, deberían ser respetadas; esa es la única forma de terminar con la discriminación de verdad”, dijo, “el problema no son las leyes y como se han traspuesto sino cómo se aplican y ejecutan las mismas en el terreno”. Pero, “la Comisión Europea está lista para ir más allá” y comenzar a sancionar a aquellos Estados miembro que no cumplan con la directiva de igualdad.

Amb Jakub Dür, representante permanente de la Republica Checa en la UE, repasó la situación de los gitanos en su país y coincidió en que “es el momento de que los Estados miembro cumplan las directivas”.

Ian Byrne, líder del equipo de derechos económicos, sociales y culturales de Amnistía Internacional y encargado de cerrar el panel, comenzó su exposición preguntándose si “en el Año Europeo de la Ciudadanía, que promulga que todos los ciudadanos europeos tienen acceso a los mismos derechos humanos, ¿se sienten las personas gitanas ciudadanos europeos, se respetan sus derechos?”.

En su discurso recordó algunas de las violaciones más flagrantes a personas gitanas en toda Europa –en materia de vivienda, educación, salud, empleo, etc.- e hizo hincapié, una vez más, en la necesidad de que los Estados miembro cumplan las directivas. “No solo no está mejorando la situación de la comunidad gitana sino que en muchos sitios está empeorando. Se está fallando...La UE tienen el poder de tener un impacto real en la vida de estas personas y debe hacerlo. Tenemos un montón de normas pero necesitamos el compromiso de los Estados miembro para que sirvan para algo... No pueden quedarse en pale mojado”.

Mayte Suárez, directora territorial de la FSG en Andalucía, durante su intervención en el Parlamento Europeo.
Mayte Suárez, directora territorial de la FSG en Andalucía, durante su intervención en el Parlamento Europeo.

Tras el panel llegó el turno de palabra para los activistas gitanos de toda Europa, representantes de ONG y expertos.

Los mensajes, claros: “Esto se tiene que resolver desde una perspectiva gitana, estaría bien que las personas gitanas tuvieran también poder político para poder cambiar las cosas de verdad. ¿Cómo es posible que ustedes quieran resolver nuestros problemas sin nosotros?”, dijo una activista rumana. “¿Por qué hacen tanto esfuerzo para crear estas leyes, que se supone que los gobiernos tienen que cumplir si cuando no se cumplen no pasa nada, y somos nosotros los que pagamos los platos rotos?”, se preguntó una gitana checa.

Mayte Suárez, gitana española y directora territorial de la FSG en Extremadura, aseguró en su intervención que presumimos de “una Europa sin fronteras pero que está llena de barreras”. “Estamos hablando de que se están violando derechos fundamentales... y en muchas ocasiones, los derechos fundamentales de los menores. Se tienen que tomar medidas contundentes y rotundas”.

Antigitanismo y violencia derivada del racismo

En el segundo panel -centrado en el antigitanismo y la violencia derivada del racismo y moderado por Shannon Pfohman, directora adjunta de Políticas de ENAR (Red Europea Contra el Racismo)- Henry Scicluna, coordinador de actividades para los gitanos del Consejo de Europa, insistió en la importancia de que los Estados miembro hagan cumplir las directivas antidiscriminatorias y pidió a los gitanos europeos que sean “solidarios unos con otros. Son 12 millones de europeos y pueden luchar juntos”, dijo, arrancando un aplauso de todos los asistentes.

Por su parte, Michail Beis, coordinador de Racismo, Gitanos e Inclusión de la FRA (Agencia Europea de Derechos Humanos), aseguró que un estudio que han llevado recientemente a cabo corrobora que “los gitanos son quienes más ataques sufren en Europa por discriminación o racismo y la mayoría no denuncia por falta de confianza en las autoridades. Hay que animar a las víctimas y a los testigos a que denuncien”.

La eurodipuatada Kinga Goncz , vicepresidenta del Comité de Libertades Civiles, Justicia e Interior, apuntó al hilo que para acabar con la situación de discriminación a la que se enfrente hoy en día el pueblo gitano en Europa no basta con poner en marcha, y cumplir, políticas antidiscriminatorias, es necesario desarrollar a la par verdaderas políticas de inclusión. “Para tener un impacto real en la vida de las personas gitanas es necesario combinar políticas contra la discriminación y medidas específicas de inclusión. Una sin la otra no marcará la diferencia”.

Marek Szilvasi, investigador del ERRC (Centro Europeo de Derechos de los Gitanos), hizo especial hincapié en dos cosas: por un lado, en los discursos racistas “las declaraciones contra los gitanos en los medios de comunicación tienen que cesar, y aquéllas personas con cargos públicos que lancen consignas racistas han de ser apartadas de sus puestos”; y por otro, en la “responsabilidad de los Estados miembro y la UE, que tiene que actuar de forma ejemplarizante a la hora de castigar aquellos comportamientos que vulneren la legalidad…”.

Bernard Rorke, investigador y director de portavocía de la Open Society Roma Initiatives, fue el encargado de cerrar la audiencia: “Mientras Europa piensa y debate sobre lo que habría que hacer para que cambie la situación de los casi 12 millones de personas gitanas que viven en Europa, pasan días, meses y años en la vida de adultos y niños a los que se les niega derechos básicos”. Es hora de actuar, dijo y recordó que “la exclusión tiene un coste muy alto para la sociedad y para el capital humano, que se está perdiendo”.

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