09 de Junio de 2011
Tras la visita realizada el pasado abril para conocer de primera mano la situación de la población gitana en nuestro país, el Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Thomas Hammarberg, envió a la Ministra española de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, una carta destacando los programas implementados en España para la integración de la población gitana indicando que éstos deben ser consolidados y fortalecidos. Los ámbitos identificados como cruciales para continuar afianzando fueron: el empleo, la educación, la vivienda, la salud y la lucha contra la discriminación y el antigitanismo.
Destacando que el acceso al empleo es clave para mejorar las condiciones de vida de la población gitana, el Comisario señaló que "durante la última década, las tasas de población gitana empleada han aumentado, en particular gracias al programa Acceder, que ha facilitado el acceso de los gitanos al mercado laboral (...). Sin embargo, la actual recesión económica que afecta a España puede poner en peligro estos logros". El Comisario recomendó a las autoridades españolas mantener los compromisos políticos y financieros a los programas vigentes para garantizar que la actual crisis no afecte de manera desproporcionada a los grupos más vulnerables de la población, como en el caso de la población gitana.
En su carta, el Comisario resalta la situación de la población gitana que aún vive en núcleos segregados o en malas condiciones y recuerda que se debe prestar especial atención a las personas inmigrantes gitanas que se encuentran con grandes obstáculos para acceder a una vivienda digna. En estrecha relación con las condiciones de la vivienda, Hammarberg expresó su preocupación por la brecha existente entre las condiciones de salud y la esperanza de vida de las personas gitanas y el resto de la población.
Después de reconocer los grandes logros alcanzados en cuanto a la escolarización de las niñas y los niños gitanos en la enseñanza primaria, el Comisario hizo hincapié en la mayor tasa de abandono en la educación secundaria entre los gitanos en comparación con la población mayoritaria. En ese sentido, el Hammarberg resaltó que los esfuerzos deben centrarse en estos estudiantes con el fin de asegurar que más estudiantes gitanos finalicen la educación obligatoria y continúen en la universidad. Además, el Comisario también destacó los riesgos de la educación de baja calidad en las escuelas segregadas por motivos residenciales.
Como última preocupación, la carta señala que mayores esfuerzos son necesarios para luchar contra los prejuicios profundamente arraigados hacia la minoría gitana y recomendó que se deben implementar medidas para apoyar la diversidad y luchar contra la discriminación, especialmente entre los medios de comunicación, los mensajes políticos y la actuación policial. Por último, el Comisario destacó la importancia de promover la historia y el acervo cultural gitano entre la población mayoritaria.
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