24 de Agosto de 2010
La comunidad gitana de Castilla y León despidió el pasado sábado en un emotivo acto en el cementerio del Carmen de Valladolid a Enrique Jiménez García, vicepresidente y presidente honorífico de la Unión Romaní; un hombre que dedicó gran parte de su vida a trabajar con y por la población gitana.
La Fundación Secretariado Gitano (FSG) lamenta profundamente la muerte de Enrique, pieza clave en el movimiento asociativo gitano.
Durante el funeral, un buen número de familiares, amigos y compañeros destacaron la importancia y la relevancia de la figura de Enrique. Ramón Salazar 'Jani', presidente de la Federación de Asociaciones Gitanas de Castilla y León, lo definió como un «gitano adelantado a su tiempo, con un poder de comprensión importantísimo cuando hacía mediaciones». Según sus palabras, “personas como Enrique son muy importantes para la comunidad gitana y para el movimiento asociativo».
En su intervención Salazar quiso también destacar a Enrique como una figura pionera, que creó la cooperativa de mercadillos de Valladolid, Chandiví. «Fue quien trajo los cuatro mercadillos porque aquí no había tradición, sólo estaba el rastrillo. Así que él dio trabajo a infinidad de gente. Era un gitano de respeto, muy reconocido, pero no solo para el mundo gitano, sino también para la comunidad paya».
Por su parte, Hipólito Fernández Jiménez 'el tío Marchena', también alabó la trayectoria humana y profesional de Enrique y recordó que durante siete años recorrieron juntos la comunidad «haciendo el bien al pueblo gitano. Cuando había algún tipo de conflicto, nos llamaban para que lo remediáramos. Juntos hemos hecho mucha labor por el pueblo gitano y por España y siempre ha sido una tarea desprendida, porque nunca hemos cobrado nada.
Jiménez, de 75 años, padre de seis hijos y formador de los nuevos mediadores, colaboró estrechamente con el Ayuntamiento de Valladolid, la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Asuntos Sociales para el desarrollo de la comunidad caló.
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