12 de Febrero de 2010
Érase una vez, tres hermanos, que viendo el rumbo de sus vidas, decidieron cambiarlas. Como toda historia tiene un principio: viendo el resultado frustrado de avanzar en la vida laboral decidimos ”montar un negocio”, trabajar para nuestro propio beneficio familiar y alimenticio. Decidimos abrir una frutería, lo que daría aire a nuestras ilusiones. No fue fácil, ni sencillo. Tras pasos burocráticos y búsqueda de ayuda, dimos con una mano amiga: “la Fundación Secretariado Gitano” en Málaga.
Tras meses de esfuerzo, trabajo y mucha voluntad, el camino hacia nuestra meta, se fue haciendo más cercana y palpable. Pero como en todo, surge el lado negativo: el económico. Conseguimos, gracias a Caritas, después de mucha espera, la ayuda económica para nuestro local, cosa que fue un gran empuje para nosotros que llenos de alegría y entusiasmo comenzamos a preparar nuestra frutería (pintura, limpieza, organización, etc.), idea tras idea, todo ocupó su lugar. Y llegó el gran día de la “la inauguración” con una buena acogida por la gente del barrio, lo que nos dio fuerzas necesarias para seguir luchando por nuestros sueños y entender, que cuando una puerta se cierra, hay otra que se abre.
Gracias por todo a nuestra familia por su apoyo y ayuda. No sin olvidar al equipo Acceder de Málaga que nos enseño el camino para emprender nuestro sueño. Y a Caritas por su apoyo económico. Gracias.
Mª José, Lucas y Ro.
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