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Desde la Fundación Secretariado Gitano valoramos los avances de la LOMLOE en términos de equidad, pero echamos en falta medidas específicas para compensar la grave desigualdad educativa del alumnado gitano [editar]

20 de Noviembre de 2020
FSG

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Desde la Fundación Secretariado Gitano valoramos los avances de la LOMLOE en términos de equidad, pero echamos en falta medidas específicas para compensar la grave desigualdad educativa del alumnado gitano
  • La Ley da un paso en el reconocimiento del alumnado “en situación de vulnerabilidad socioeducativa y cultural”, pero creemos que es insuficiente para abordar la brecha estructural del alumnado gitano.
  • Confiamos en que en la tramitación de la Ley se pueda incorporar la previsión de un Plan de choque contra el Fracaso Escolar y un Plan de Inclusión Educativa que vaya más allá de la discapacidad y aborde, también, la segregación escolar del alumnado gitano.

El Pleno del Congreso aprobó ayer el dictamen elaborado por la Comisión de Educación y Formación Profesional y las enmiendas al articulado de la LOMLOE presentadas por los grupos parlamentarios. Tras esta votación, que ha necesitado para su aprobación mayoría absoluta del Congreso por el carácter orgánico de la ley, pasará al Senado.

La Fundación Secretariado Gitano ha participado desde el inicio en el proceso de la LOMLOE con aportaciones encaminadas a que la Ley aborde de manera específica la grave desigualdad educativa del alumnado gitano. Una desigualdad marcada fundamentalmente por la alta tasa de fracaso escolar (6 de cada 10 niños y niñas gitanas no consiguen el título de la ESO) y por la segregación del alumnado gitano en determinados centros escolares y aulas. Una desigualdad educativa reconocida por distintos organismos internacionales de Derechos Humanos (Comité DESC, Comité de Derechos del Niño, ECRI) que de manera reiterada han hecho un llamamiento al Estado español para garantizar de manera efectiva el derecho a la educación.

Desde la Fundación Secretariado Gitano hemos defendido la necesidad de que la Ley contemple la realidad específica del alumnado en situación de mayor vulnerabilidad, mencionando explícitamente a los grupos que, como el alumnado gitano sufre una desproporcionada desigualdad estructural, para así dar respuestas específicas desde el sistema educativo. Las medidas pierden eficacia si no se menciona a quién van dirigidas.

Lamentamos que en el texto de la Ley finalmente acordado no se hayan incluido algunas enmiendas de distintos grupos parlamentarios que sí estaban en versiones anteriores y que habían entendido la necesidad de abordar de manera específica la desigualdad educativa del alumnado gitano, y que, sin embargo, han desaparecido del texto final. La Ley da un paso importante en el reconocimiento del “alumnado en situación de vulnerabilidad socioeducativa y cultural”, pero nos parece insuficiente.

Valoramos positivamente que el Proyecto de Ley en su actual definición avanza hacia un marco normativo basado en el principio de equidad, entendiendo la necesidad de compensar las desigualdades socioeducativas y asegurando la igualdad de oportunidades de todo el alumnado, siendo uno de sus pilares la “personalización del aprendizaje”.  Pero creemos que el texto de la Ley carece de concreción suficiente para hacer efectivo el principio de equidad. Entendemos que la Ley no solo debe señalar los principios rectores, sino marcar la hoja de ruta de las administraciones educativas estableciendo medidas más concretas para hacer efectivos esos principios y focalizadas en el alumnado más vulnerable.

Echamos en falta, por ejemplo, un Plan de choque contra el fracaso escolar, una propuesta que desde la Fundación Secretariado Gitano habíamos trasladado a los distintos grupos parlamentarios y que había sido recogida entre las enmiendas presentadas al Proyecto de Ley, pero que, sin embargo, no ha sido aprobada finalmente. Creemos que el texto de la Ley no plantea objetivos concretos respecto a la erradicación del fracaso escolar, es decir, alumnado que no consigue el título de la ESO. Por ello, desde la FSG propusimos incorporar una Disposición adicional que plantee la puesta en marcha de un Plan de choque para combatir el fracaso escolar, cuyo objetivo sea reducir su tasa a cero, con un margen temporal de 10 años para medir resultados, y que contemple específicamente medidas de apoyo y acompañamiento especializadas y adaptadas a la realidad de cada alumno o alumna, especialmente para quienes están sobrerrepresentados en el fracaso escolar, como el alumnado gitano.    

Nos preocupa que, a pesar de los avances hacia la educación inclusiva, ésta no esté garantizada para todo el alumnado, y de nuevo, no se concrete en medidas. No vemos claramente qué avances supone esta Ley para prevenir y revertir la segregación escolar. Como entidad miembro de la Alianza por la Educación Inclusiva y contra la Segregación Escolar (junto a Save the Children y CERMI), echamos en falta mecanismos correctores concretos en el proceso de admisión que aseguren una distribución equilibrada del alumnado socioeducativamente vulnerable o con necesidad específica de apoyo educativo, como mínimos y máximos por centro. Por otra parte, creemos que hay que dotar a los centros educativos donde se produce una concentración de alumnado con este perfil de recursos para desarrollar las medidas de apoyo y acompañamiento adecuadas y suficientes para dar respuestas adaptadas a las necesidades de cada niño o niña.

El Proyecto de Ley incorpora un plan a diez años para avanzar en la inclusión del alumnado con discapacidad. Creemos que es necesario un Plan de Inclusión Educativa que vaya más allá de la discapacidad e incorpore a otros colectivos o grupos que también sufren segregación y exclusión en el sistema educativo, como el alumnado gitano, de origen inmigrante o en situación de pobreza, en línea con la definición internacional de educación inclusiva, con indicadores, presupuesto y participación de la sociedad civil.

Por último, aplaudimos la incorporación en el Proyecto de Ley del estudio y difusión de la historia y cultura de las minorías étnicas presentes en nuestro país, con una mención explícita al pueblo gitano. Una deuda histórica del sistema educativo que sabemos que contribuirá a su conocimiento y reconocimiento, a poner en valor la diversidad cultural, y que contribuirá igualmente a reducir prejuicios y estereotipos negativos.

Confiamos en que en el proceso de tramitación pendiente en el Senado, se puedan corregir algunas de las debilidades de esta Ley; y en cualquier caso, esperamos que el buen marco de principios y enfoques que plantea la LOMLOE, se concrete posteriormente en su desarrollo a través de medidas más específicas y focalizadas en el alumnado más vulnerable, garantizando así el principio de equidad.

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