Fundación Secretariado Gitano

Instantánea de EURoma: uso de los Fondos EIE para abordar el impacto de la crisis de la COVID-19 en la población gitana [editar]

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La Red EURoma, de cuya Secretaría Técnica se encarga la FSG, publica los primeros resultados de un proceso de consulta realizado entre sus países socios sobre cómo están utilizando o planean utilizar estos fondos para abordar el impacto particularmente negativo de la crisis en las comunidades marginadas tales como la población gitana.

La Red EURoma, de cuya Secretaría Técnica se encarga la Fundación Secretariado Gitano (FSG), publica los primeros resultados de un proceso de consulta realizado entre sus socios (autoridades públicas responsables de las políticas dirigidas a la población gitana así como aquellas encargadas de la gestión de los Fondos EIE de 15 países de la UE) sobre cómo están utilizando o planean utilizar los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos (Fondos EIE), incluidos el Fondo Social Europeo (FSE) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), para abordar el impacto particularmente negativo que está teniendo la urgente y compleja crisis de la COVID-19 en las comunidades marginadas tales como la población gitana.

El documento publicado ofrece una instantánea de la situación en las fases iniciales de la crisis (hasta finales de abril) y se actualizará periódicamente con los hallazgos del proceso de consulta que EURoma llevará a cabo de forma continuada con el objetivo de hacer el seguimiento de los últimos acontecimientos y ampliar la información disponible. Aunque se centra principalmente en la utilización de los Fondos EIE, también incluye información relativa a otros fondos de la UE (principalmente el Fondo de Ayuda Europea para los Más Necesitados, FEAD), así como a medidas relacionadas con los fondos a nivel nacional (nacional, regional y local).

Contexto

Las personas gitanas están sobrerrepresentadas entre las más vulnerables de la Unión Europea (UE) y, por lo tanto, sufren de manera más desproporcionada el impacto negativo de cualquier crisis, incluido el actual brote de Coronavirus (COVID-19). Esta crisis ha puesto a amplias capas de la población gitana europea en una grave situación de vulnerabilidad, indefensión y desprotección en lo que respecta al disfrute de sus derechos fundamentales.

Ante esta situación de emergencia, es necesario movilizar todas las herramientas políticas y financieras disponibles para introducir medidas de emergencia que contribuyan a prevenir, evitar y aliviar el impacto negativo de esta crisis sanitaria, económica y social en las personas más afectadas por la pobreza, la exclusión social y la marginalidad, como es el caso de una gran parte de las personas gitanas en toda la Unión Europea. Por su naturaleza y características (tales como su apoyo a largo plazo y a gran escala), los Fondos EIE son instrumentos financieros clave para hacer frente a situaciones de gran complejidad como esta.

Conscientes de este potencial, las instituciones europeas han hecho un llamamiento para la movilización de fondos de la UE, incluidos los Fondos EIE. Para este fin, en los últimos meses, la Comisión Europea ha adoptado un gran número de instrumentos para contrarrestar los efectos de la crisis de la COVID-19 y ha adoptado una amplia gama de medidas para promover y facilitar su uso. Entre ellos, las «Iniciativas de Inversión en Respuesta al Coronavirus» (IIRC y IIRC+) y el instrumento de recuperación temporal «Next Generation EU», que además de proponer cambios en los instrumentos financieros del actual periodo de programación (2014-2020) y del próximo (2021-2027), lanza la iniciativa REACT-EU, que facilitará 55.000 millones de euros adicionales para el FSE, FEDER-Fondo de Cohesión y el FEAD en el periodo 2020-2022.

Principales hallazgos

El análisis realizado muestra que la mayoría de los países que participaron en el proceso de consulta prevén medidas especiales relacionadas con los fondos de la Unión Europea, en particular los Fondos EIE, para abordar el impacto especialmente negativo de la COVID-19 en las personas más vulnerables tales como la comunidad gitana.

En algunos casos, se trata de modificaciones/enmiendas directas por parte de los beneficiarios de los Fondos EIE (de acuerdo con las propuestas de la Comisión Europea para contrarrestar el impacto de la crisis); en otros, de la adopción de nuevas medidas enmarcadas en convocatorias específicas lanzadas en el marco de los programas de los Fondos EIE. Además, algunos países socios comunican medidas financiadas con fondos nacionales, en combinación o no con fondos europeos/Fondos EIE.

Si bien la recopilación de la información correspondió con las fases iniciales de la crisis y todavía había mucha incertidumbre en cuanto a la adopción de medidas y/o aspectos concretos de su desarrollo, ya se pueden observar algunas tendencias tales como el predominio del FSE y del FEAD, seguidos por el FEDER en menor medida; el uso de uso de enfoques generales (en los que se opta por medidas abiertas a las personas en situaciones de necesidad en general) y enfoques territoriales (dirigidos a las zonas más desfavorecidas); o la prevalencia de la información y apoyo en el ámbito sanitario (por ejemplo, atención primaria) y la distribución de alimentos y artículos de primera necesidad como ámbitos de apoyo.

Como conclusión, podemos decir que ahora que lo peor de la crisis sanitaria ha pasado, es hora de movilizar plenamente los Fondos EIE y utilizar todo su potencial para corregir las graves consecuencias a nivel social y económico y contribuir a la compleja recuperación que tenemos por delante. Las diferentes iniciativas adoptadas por la Comisión Europea en los últimos meses ofrecen numerosas posibilidades para maximizar su potencial. En este sentido, también es esencial pasar de las medidas únicamente relacionadas con la salud y la cobertura de las necesidades básicas a otras áreas de apoyo que son fundamentales para mantener y promover los cambios estructurales, tales como el empleo o la educación.