08 de Noviembre de 2013
FSG
La Fundación Secretariado Gitano (FSG) ha recibido esta mañana en su sede central en Madrid al embajador francés en España, Jérôme Bonnafont, para manifestarle su preocupación por la situación actual de la comunidad gitana en Francia y el discurso mantenido en las últimas semanas por el gobierno galo, y ofrecerle su experiencia de más de 30 años (tanto en España como a nivel europeo) ya que la FSG sí está convencida de que la inclusión de la comunidad gitana es posible, y el modelo español es una prueba de ello.
En la reunión han participado Álvaro Gil-Robles, presidente de honor de la FSG; Isidro Rodríguez, director de la FSG; Sara Giménez, responsable del Área de Igualdad y Carolina Fernández, directora del Departamento de Internacional. Por parte de la embajada francesa, además del embajador asistió la consejera de asuntos sociales, Anni Thomas.
En el encuentro los representantes de la Fundación han querido dejar claro a los representantes franceses que hay que resolver la cuestión gitana y que la solución no pasa por la expulsión de estos ciudadanos a sus países de origen y el desalojo forzoso de asentamientos. Estas medidas atentan contra la dignidad de la población gitana y contra los derechos humanos, y suponen un claro ejemplo de discriminación racial. Hay 10 millones de ciudadanos europeos que están viendo conculcados sus derechos y tanto la Comisión Europea como los 28 Estados miembro han de encontrar una solución.
En este punto la FSG le ha pedido al embajador Jérôme Bonnafont que sea Francia quien lidere los esfuerzos a nivel europeo por la inclusión de la comunidad gitana en contraposición al actual papel del gobierno francés que, en opinión de la FSG, contribuye a criminalizar y estigmatizar a toda la comunidad gitana. Y le ha animado a participar más activamente en las redes, plataformas y espacios institucionales europeos relacionados con las políticas de inclusión del pueblo gitano. La solución a la cuestión gitana pasa por garantizar la legislación, la puesta en marcha de políticas que garanticen los derechos de ciudadanía y el desarrollo de medidas de inclusión social de todos sus ciudadanos, algo que requiere tiempo, esfuerzo y el compromiso de todos.
La FSG ha coincido con la representación francesa en que los países de origen de los inmigrantes gitanos han de jugar un papel fundamental en la inclusión de las personas gitanas y se les debe exigir responsabilidad y la puesta en marcha de medidas específicas.
En la reunión la FSG ha recordado que los derechos humanos son innegociables y que las acciones ilegales las cometen las personas de manera individual y la justicia debe actuar ante estos hechos con toda la legislación y los medios disponibles. Lo que no puede suceder es que se continúe criminalizando a todo un grupo por las acciones de unos pocos individuos. Es injusta la presentación de una imagen estigmatizada de toda una comunidad que, en muchos casos, ha venido haciendo un gran esfuerzo en los últimos años por integrarse socialmente.
Tras la reunión ha quedado abierta una línea de colaboración para concretar una serie de iniciativas y un intercambio de experiencias entre instituciones de ambos de ambos países que irá concretándose en las próximas semanas.
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