Background Image
Previous Page  4 / 20 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 4 / 20 Next Page
Page Background

4

I GUÍA PARA COMBATIR EL DISCURSO DE ODIO

Sobre esta definición

es relevante, además,

tener en cuenta algunas

consideraciones:

Para identificar el discurso de odio,

hay que prestar atención a quiénes

son sus destinatarios:

Para que pueda ser considerado dis-

curso de odio, sus destinatarios deben

ser personas, y/o colectivos (una con-

dición, pertenencia o afinidad),

que ha-

yan sufrido históricamente, o sufran en

la actualidad, una situación de discri-

minación, opresión o vulnerabilidad,

por ejemplo minorías étnicas como

el pueblo gitano y otras, las personas

LGBT, las personas judías, personas con

discapacidad, personas sin hogar, per-

sonas pertenecientes a minorías religio-

sas, personas migrantes, etc.

Asimismo,

hay que destacar que a menudo el dis-

curso de odio está marcado o motiva-

do por un componente sexista o misó-

gino

(por ejemplo, cuando se producen

amenazas contra mujeres activistas fe-

ministas, lesbianas o transexuales).

El impacto del discurso de odio es múltiple:

Provoca daños psicológicos, ya que busca de-

nigrar, humillar, supone una afrenta a la dig-

nidad y puede incitar a la violencia o la dis-

criminación contra esa persona o grupo de

personas, por el simple hecho de pertenecer a

un determinado colectivo. Es decir, el discur-

so de odio

lanza una manifestación de odio

y rechazo hacia ese colectivo.

Esto puede

crear una sensación de miedo e inseguridad

a todo el grupo. Sobre esta cuestión, hay que

tener en cuenta que el objetivo último de este

tipo de discurso es mantener la subordinación

de determinados grupos sociales o colecti-

vos. Por ello, además de las consecuencias

para estos grupos, el discurso de odio tienes

graves consecuencias también para la socie-

dad en su conjunto, ya que contribuye a crear

sociedades desiguales y poco cohesionadas.

El discurso de odio puede llegar a ser un

delito de odio,

cuando tiene lugar en un con-

texto público y se considere que pueda inci-

tar actos de violencia, intimidación, hostilidad

o discriminación contra un grupo o persona

de los colectivos mencionados. En cualquier

caso, el discurso de odio es siempre un

ata-

que a los derechos fundamentales

de las

personas destinatarias (dignidad de la perso-

na, derecho a no discriminación, derecho a la

igualdad).