Historia de Hortaleza

historias de hortaleza


Sin dejar de ser gitana.

La gitana que escribe esta historia
quiere permanecer en el anonimato

La autora siente gran admiración por su madre, que desde hace años, al igual que otras muchas mujeres, payas y gitanas en todo el mundo, trabajan dentro y fuera de casa, para sacar a sus familias adelante.

Esta es la historia de mi madre, siendo gitana y sin dejar sus costumbres trabaja muy duro para sacar su casa adelante.

Se levanta a las ocho de la mañana, coge el autobús y llega a la casa donde va a trabajar. Trabaja desde las nueve que entra, sale a las doce y media o la una.

Vuelve a coger el autobús y llega al barrio, va al mercado, hace la compra, va a casa. Hace las camas, la comida, tiende la ropa, limpia el polvo, pasa la aspiradora y plancha, el día que le da tiempo, todo no lo puede hacer a diario.

Se va a las tres menos cuarto, vuelve a coger el autobús y se marcha a otra casa donde va asistir. Sale a las siete y media vuelve a su casa donde prepara la cena para que cenen sus hijos y su marido.

Trabaja como puede trabajar cualquier paya, sin dejar de ser gitana.

Proyecto Puente 2004 Hortaleza