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Una encuesta a 11.000 personas gitanas revela el grave impacto social de la crisis del Covid-19[editar]

Falta de alimentos y productos de primera necesidad, escasez de recursos y brecha educativa, entre sus principales resultados

21 de Abril de 2020
FSG

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  • La Fundación Secretariado Gitano ha llevado a cabo 11.000 entrevistas telefónicas a personas gitanas participantes de sus programas en 68 localidades: un 40% de las personas entrevistadas tiene problemas de acceso a la alimentación y, de ellas, solo el 24% ha recibido ayuda de los Ayuntamientos.
  • A la grave situación de vulnerabilidad y desigualdad previa a esta crisis que afectaba a la población gitana, se suma ahora el impacto del confinamiento y la imposibilidad de llevar a cabo actividades que generen unos mínimos ingresos.
  • Es urgente agilizar el reparto de las ayudas comprometidas por el Gobierno y las Comunidades Autónomas para las familias más vulnerables y activar mecanismos que permitan unos ingresos mínimos.

Los equipos de la Fundación Secretariado Gitano han llevado a cabo una encuesta telefónica a las personas gitanas participantes de sus programas, con el objeto de conocer mejor cómo está afectando la actual crisis sociosanitaria provocada por el Covid-19 en sus hogares, conocer las necesidades reales, adecuar nuestra intervención y nuestras demandas a las administraciones públicas.

Se ha entrevistado a 10.935 personas en 68 ciudades de 14 Comunidades Autónomas durante la semana del 30 de marzo al 3 de abril. El 58% de las encuestas se han realizado a mujeres y el 42% a hombres. El 15% de las personas encuestadas son menores de 16 años, el 46% tiene de 16 a 30 años, el 21% de 30 a 40 años y el 18% a mayores de 40 años. La encuesta aporta datos sobre cinco ámbitos: situación sanitaria, situación de necesidades sociales, situación en el empleo, situación educativa de los menores y percepción de situaciones de discriminación.

Se trata de un documento valioso por su actualidad, porque supone una buena radiografía de la situación general de la población gitana en estos momentos (son casi 11.000 encuestas telefónicas en casi todo el país) y porque puede ser un instrumento para orientar las prioridades políticas y la toma de decisiones. 

Resultados de la encuesta

La principal conclusión es que hay una baja incidencia en los hogares gitanos por el Covid-19 (contagios, fallecimientos…), pero que la situación más acuciante y que más preocupa a las familias es la de cubrir las necesidades básicas y de alimentación.

El confinamiento tiene un efecto inmediato sobre la capacidad de ganarse la vida de gran parte de estas familias gitanas, que viven muy al día y subsisten con actividades precarias, a menudo irregulares y sin protección. Esto nunca les había ocurrido a las personas gitanas. Además, en contra de lo que a veces se piensa, sólo un tercio de las familias en pobreza extrema reciben prestaciones como la renta mínima.

En cuanto a los resultados de la encuesta respecto al acceso a necesidades básicas:

  • Más del 40% de entrevistados está teniendo problemas de acceso a la alimentación. Las familias están recibiendo ayuda sobre todo de la familia extensa o el vecindario (más del 40%), seguido por las entidades sociales o las parroquias (más del 30%) y después por la administración (Ayuntamientos, 23,34%).
  • El 28% del total de personas menores de edadson beneficiarias de becas de comedor escolar, y de ellas el 78% está recibiendo la comida que les corresponde por la beca a través de alguna fórmula habilitada por el ayuntamiento o el centro educativo, pero un 20% no la está recibiendo.
  • El 34% tiene dificultades para pagar la luz, el 31% el agua, el 25,6% el alquiler y el 25% el gas.
  • Más de la mitad (53,2%) necesitan apoyo de los servicios socialesde su localidad. De las personas que necesitarían este apoyo, un 61,2% no lo está recibiendo.

En cuanto a la situación laboral:

  • El 64% de las personas gitanas participantes ya estaba desempleada; sólo el 14% estaba trabajando por cuenta ajena, el 3% por cuenta propia en la venta ambulante y un 19% en la venta ambulante no regularizada (ayuda familiar) o en la chatarra. Esta situación de desigualdad y vulnerabilidad se ha acrecentado con el transcurso de la crisis.
  • Con el estado de alarma la situación de dos terceras partes de las personas gitanas asalariadas ha empeorado: más de un tercio ha perdido su trabajo, otro tercio ha sido incluido en un ERTE y a un 12% le han reducido la jornada. Sólo a un 24% no le ha cambiado la situación. 
  • El 71% de las personas que trabajan por cuenta propia se dedica a la venta ambulante de forma informal o ayudando a la familia y sin estar dado de alta
  • Hay un 58% de personas desempleadas que no cobra ningún tipo de prestación y que está ante una situación de desprotección en estos momentos.  

En cuanto a la situación educativa, se perciben las dificultades para seguir el curso:

  • Sólo un tercio de los menores participantes en los programas educativos dispone de ordenador.
  • Más del 40% del alumnado no tiene acceso a internet o lo tiene con datos limitados. El alumnado que se encuentra en mayor medida en esta situación es el de educación primaria (48,62%), ESO (38,20%), F.P Básica (37,74%) y Bachillerato (29,73%).
  • Casi un 30% no puede realizar las tareas o trabajos que les están enviando desde los centros educativos, la mayoría por no tener un equipo adecuado, y/o material escolar. Además, hay un 15% que, aun teniendo medios, no avanza porque no entiende las materias y no tiene el apoyo adecuado para solventarlo.
  • Sólo algo más de la mitad del alumnado tiene apoyo por parte de sus familias en el desarrollo de esas tareas.

Propuestas de la Fundación Secretariado Gitano

La situación es acuciante para muchas familias gitanas, especialmente por la falta de alimentos y productos de primera necesidad. Un mes después del confinamiento, la ayuda pública de emergencia no está llegando adecuadamente a quien más lo necesita y todo indica que habría que habilitar medidas urgentes y mecanismos extraordinarios.

Desde la FSG, proponemos actuar con urgencia, activando a los servicios sociales municipales para que coordinen las ayudas de emergencia y entrega de alimentos en los barrios más desfavorecidos,  y utilizar para ello, entre otros recursos, el FEAD (Fondo de Ayuda Europea para los más Necesitados). Y mientras se materializa el anunciado Ingreso Mínimo Vital, habilitar ayudas monetarias de urgencia, al menos, a las familias con menores ingresos y con niños y niñas a su cargo. Por último, proponemos reforzar la colaboración de las administraciones locales con las ONG y reorientar algunas de las subvenciones actuales (como IRPF) para ayudas directas para cubrir necesidades básicas (y la brecha digital) a través de las entidades especializadas del Tercer Sector.

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