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El legado de los estudios gitanos en la erudición gitana moderna [editar]

14 de Diciembre de 2016
MARGARETA MATACHE. TRAD. AL CASTELLANO DE MIGUEL ÁNGEL VARGAS

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El legado de los estudios gitanos en la erudición gitana moderna

Presentamos la traducción del segundo de los artículos de Margareta Matache publicados en The Huffington Post y al que, como ella misma comenta, seguirá un tercero. Agradecemos nuevamente a la autora las facilidades para su difusión en castellano en nuestra Bitácora Gitana - Recorridos culturales por la diversidad" un microsite de temática cultural iniciado en 2016 por la Fundación Secretariado Gitano, coordinado por Miguel Ángel Vargas Rubio.

Margareta Matache es profesora de la Universidad de Harvard, FXB Centro para la Salud y los Derechos Humanos.

11/10/2016

Este es el segundo de una serie de tres artículos del blog "La norma blanca en los Estudios Gitanos o Romaníes", sobre racialización y alterización de la población gitana frente a la norma estándar blanca en los Estudios Gitanos. En el primer artículo exploramos la contribución de los Estudios Gitanos a la percepción de la población gitana como inferior a su homólogo blanco europeo [1]. Este segundo segmento muestra cómo el legado de tal pensamiento se manifiesta en la moderna erudición gitana. Por último, el tercer segmento sugerirá caminos más participativos y autorreflexivos en el campo de los estudios gitanos.

En la literatura académica contemporánea, el Pueblo Gitano se ha convertido en objeto de una investigación más rigurosa. Sin embargo, en gran medida, la Gachocidad [2] persiste como norma estándar, y la ciencia social moderna no ha comenzado aún a emplear la reflexividad académica en los estudios gitanos.

Para distanciarse de los modos de pensamiento racializados, los investigadores académicos deberían empezar a explorar el nexo entre los sesgos académicos, la posición de los académicos en las jerarquías sociales y los enfoques sobre los Gitanos.

En este blog, planteo varias tendencias académicas principales en los estudios gitanos que refuerzan la relación jerárquica entre europeos blancos y gitanos. Utilizo un modelo tipológico sobre  reflexividad racial que explora: a) la posición de los eruditos en las jerarquías sociales y los supuestos que configuran las propias percepciones de los eruditos; y b) las maneras en que las limitaciones en los campos disciplinarios manipulan el sujeto de la investigación. [3]


Los investigadores en las jerarquías sociales y la formación de sus percepciones científicas

Los estudios académicos actuales sobre gitanos continúan reproduciendo la blanquitud a través del  énfasis sostenido de la marginalidad gitana. El legado de los estudios gitanos [4] ha devenido en reto para la erudición de hoy día al pasar de problematizar y alterizar a los gitanos, a la investigación de los gitanos como "un sujeto libre de pensamiento o de acción". [5]

La normatividad blanca está profundamente anclada en los enfoques desde las ciencias sociales con respecto a los gitanos y la investigación actual no ha hecho aún un esfuerzo sustancial por desafiar las presunciones y sesgos que formaron las ideas pasadas y actuales. Marushiakova y Popov sostienen que en las últimas décadas los investigadores han impuesto dos paradigmas sobre los gitanos: la marginación y la exotización. [6] Marsh también ha señalado que la investigación ha seguido reproduciendo el imaginario gitano como "...ignorantes y sin formación, marginados política y económicamente, socialmente excluidos y culturalmente apreciados en un contexto muy limitado". [7]

Estas imágenes han sido enmarcadas por investigadores elitistas y por organizaciones blancas y también confirmadas por una parte del movimiento gitano y por algunos investigadores gitanos. Incluso los investigadores típicamente "bien intencionados" (en palabras de Marsh) han permanecido atrapados en la compleja "maquinaria de la hegemonía" [8], especialmente si han dado por sentado, acrítica y mecánicamente, la Gachocidad/Blanquitud como el estándar con el que explorar las realidades gitanas.

Los investigadores que promueven tales ideas no han hecho ningún esfuerzo serio para emplear un análisis crítico y auto-reflexivo de su posición en la jerarquía social. Los académicos han descuidado prestar atención a la dinámica de poderes, tanto la histórica como la actual, entre los gitanos y los no gitanos, incluida el mundo académico, lo que nos lleva a reafirmar y construir dinámicas de poder desiguales.

Los investigadores gitanos podrían potencialmente cambiar este enfoque para aumentar el impacto  y la fuerza en su voz. Sin embargo, en gran medida, las posiciones privilegiadas de los académicos no gitanos, medios de comunicación e instituciones de las jerarquías sociales les han conferido poder para validar o rechazar la erudición gitana como una forma legítima de producción del conocimiento.

Hasta la fecha, la identidad étnica de los investigadores gitanos involucrados en los estudios gitanos ha tenido un impacto negativo en su identidad académica en la especialidad [9]. Algunos intelectuales no gitanos muy reconocidos han tendido a considerar los orígenes gitanos de un erudito como una debilidad más que como un valor añadido. Un ejemplo de ello es la crítica de Marushiakova y Popov a la "Ciencia de las ONGs", que afirman ellos está escrita por investigadores que a menudo carecen de antecedentes académicos y, lo que es más importante para los fines de este trabajo, "hay casos en los que la única calificación de los autores en este sentido es su origen gitano". [10] Es problemático que Marushiakova y Popov no respalden su afirmación con datos sobre el nivel educativo de quienes realizan investigaciones relacionadas con las ONGs.

También nos invita a la reflexión el entender todos los matices de la razón por la cual la erudición trae a discusión el tema de la calidad científica precisamente cuando se aborda la diversidad en la academia. [11] En el caso de los académicos gitanos, su posición "subalterna" en la jerarquía social puede contribuir a los interrogantes puestos en la calidad de la investigación, ya que los debates tienden a vincular las preguntas sobre la calidad principalmente a la erudición gitana. Al vincular la falta de calidad de algunos trabajos científicos y el cuestionamiento sobre el bagaje académico de los gitanos, los propios estudiosos contribuyen a reproducir la dinámica de poder en la academia.

Marushiakova y Popov cuestionan la importancia del "conocimiento indígena" [12] en la investigación y encuentran sorprendente que exista una demanda, particularmente en los estudios gitanos, para involucrar a personas de la comunidad investigada en la realización de la investigación. Sin embargo, la marginalidad y la exotización gitanas son conceptos creados y fomentados por la erudición blanca, ya que la academia ha investigado tradicionalmente a los gitanos por el patrón blanco. Por lo tanto, su observación descuida que la demanda de la producción del conocimiento gitano se hace precisamente en el contexto de una larga historia de dominación cultural de los europeos blancos y de subalternización de los gitanos en Europa [13].

Además, mientras que critican a los pocos gitanos implicados en la producción de conocimiento gitano, Marushiakova y Popov no critican el racismo incontestable [14] y la mala calidad de la mayor parte de la investigación más relacionada con gitanos. Por ejemplo, un artículo de Cretan y Turnock de 2008 concluye que "la percepción estereotipada de los gitanos como una minoría perturbadora responsable de niveles desproporcionados de criminalidad puede no ser totalmente injustificada -dadas las altas cifras de crímenes- y forma parte del problema más amplio de la auto-exclusión[15]. Sin embargo, los autores no incluyen en el artículo datos sobre "los altos niveles de criminalidad". Además, la ley prohíbe a las instituciones recopilar datos sobre delincuencia basados en la etnicidad en Rumanía. ¿Qué más que prejuicios y prejuicios generalizados se deducen de esta conclusión?

Por lo tanto, en el ámbito académico, si miramos más allá de las "vulnerabilidades" de los gitanos, el cambio de los paradigmas actuales se ve obstaculizado principalmente por una problemática ética y por los prejuicios, así como por la falta de reflexividad en la investigación relacionada con  gitanos.

Limitaciones de los campos disciplinarios

El prototipo "gitano" sugerido por los estudiosos anteriores, junto con las limitaciones metodológicas, ha reducido o manipulado las investigaciones sobre los gitanos en algunos campos disciplinarios. La sociología y la antropología en particular han perpetuado la falta de representación del pueblo gitano y han reforzado la normatividad blanca.

Algunos estudiosos todavía reproducen mecánicamente la idea muy simplista de la superioridad blanca. En un estudio realizado en 2015, Djuve y otros señalan que "en cierto sentido, la identidad percibida de ser gitanos y las prácticas culturales integradas en las comunidades gitanas pueden, en algunos casos, proporcionar una forma de protección contra el sentimiento de vergüenza y humillación comúnmente asociado con la mendicidad en la sociedad dominante[16]. En otras palabras, puesto que los gitanos han sido vistos durante siglos como inferiores, y la cultura gitana ha estado asociada durante mucho tiempo con la mendicidad, es menos humillante para los gitanos el mendigar que para los no gitanos. Mientras buscaban caminos para la inclusión social de los gitanos, algunos estudiosos actuales han dado por sentado conceptos y conocimientos que se hacen eco de antiguos estudios o prejuicios generalizados.

Las semillas de las tendencias imperialistas de la antropología occidental [17] condujeron a la confusión de las identidades gitanas en una identidad: un "estilo de vida gitano" uniforme y global. Un denominador común de algunas de las etnografías más conocidas sobre gitanos es la búsqueda constante de los auténticos gitanos, basados en imágenes arcaicas y prejuicios completamente desarrollados por el mundo académico o por creencias generalizadas. Por lo tanto, los estudiosos se han inclinado a explorar las "comunidades tradicionales" –o las que los autores piensan como las comunidades gitanas más genuinas– pero estos puntos de vista se basan en gran medida en prototipos "gitanos" creados por trabajos académicos anticuados. [18]

En Enterradme de pie: la odisea de los gitanos [19], uno de los estudios más aclamados sobre los gitanos, Isabel Fonseca escribe: "Los gitanos mienten. Mienten mucho –con más frecuencia y más inventiva que otros pueblos. No entre ellos, sino a los gadje... Mentir es un alegre oficio". De manera similar, en Gypsies, The Hidden Americans, basado en el trabajo de campo con una comunidad en California, Anne Sutherland describe que los gitanos no tienen otros "esquemas imaginativos más allá del robar[20]. Aunque también afirma que "estos esquemas no son prácticas necesarias para todos los gitanos", consigue reproducir la idea de ver a los gitanos como ladrones y tramposos. Por ejemplo, The New York Times señaló en una reseña: "dibuja un buen cuadro de la alienación endogámica de los gitanos. Pero está obviamente hechizada por su tema y su tratado finalmente se reduce a una extensa apología de por qué los gitanos roban tanto". [21]

Como señala Matras con razón, las costumbres y los hábitos gitanos son diversos entre los grupos y, "si no tenemos cuidado, terminamos estereotipando". Sin embargo, en su esfuerzo por destacar las similitudes entre la multiplicidad de grupos gitanos, Matras observa que "en la mayoría de las comunidades gitanas, las familias reconocen que la escuela no puede evitarse a una edad más temprana", lo que implica que los gitanos no valoran la educación [22]. Estas opiniones contradicen las voces de gitanos de 11 países de Europa que, entrevistados en un estudio sociológico, enumeraron la falta de acceso, la movilidad geográfica, la pobreza y la discriminación entre los factores que empujan a la población gitana fuera de la escuela. [23]

Un efecto secundario de este tipo de estudios tan cortos de miras es que alimentan los marcos de pensamiento de la blanquitud versus alteridad gitana: el robar y el intentar engañar a los gadje y a sus instituciones. También alejan al lector de la multiplicidad de las identidades gitanas, de su auto-transformación e hibridación.

La sociología también "se formó dentro de la cultura del imperialismo[24]. La participación de los gitanos en la educación ha sido siempre un tema central en los estudios sociológicos.

Estudios gitanos recientes han logrado cambiar algo del vocabulario que rodea a la educación gitana. La educación con respecto a los gitanos ha protagonizado un replanteamiento –pasando de una herramienta para "extirpar los hábitos gitanos[25], a una herramienta para ofrecer "integración". Pero el pensamiento imperialista sobre este tema –"educar al primitivo" [26] tiene que cambiar.

Muchos sociólogos siguen viendo los obstáculos del progreso educativo de los gitanos a través de las lentes de las barreras culturales, la baja motivación, la vulnerabilidad, la victimización [27] y de descuidar o abordar mal los obstáculos clave en el acceso de los gitanos a la educación, en particular, el racismo antigitano y la blanquitud.

Otros autores muestran resistencia a cambiar sus presupuestos étnicos cuando sus datos muestran patrones diferentes. Por ejemplo, Djuve y otros. "Obviamente no podemos ignorar la posibilidad de que los padres oculten sus verdaderas opiniones sobre la educación de sus hijos”. [28] Sin embargo, el rechazo de la educación como una característica de la cultura gitana ha sido suficientemente desmantelado en investigaciones. Muchos estudios han confirmado que los padres gitanos tienen aspiraciones y esperanzas por la educación de sus hijos.

Existen académicos y activistas gitanos, incluyéndome a mí misma, expuestos a sistemas de producción educativa y cultural no gitanos, que han sido financiados y contratados para investigar y para desarrollar el trabajo político de la "integración".


Cambiando el énfasis del Oprimido al Opresor

No ha habido un cambio en el enfoque de la marginalidad gitana al mal funcionamiento sistemático  y Gacho-céntrico/ Blanco-céntrico en la ley, la política y la práctica.

Debemos ser capaces de comenzar a explorar críticamente el poder social y el privilegio de la sociedad mayoritaria dominante y su impacto en la educación y otros derechos sociales y económicos del Pueblo Gitano. Necesitamos empezar a explorar el lenguaje y los mecanismos del racismo y la blanquitud en la ley, las políticas y la práctica.

Deberíamos, diría yo, afrontar la estricta necesidad de cambiar los marcos de pensamiento y de producción académica gitana, pasar de la vulnerabilidad gitana a los privilegios blancos, de las brechas de logros y participación a las brechas de oportunidad, de la pobreza al racismo institucionalizado perpetuo y, finalmente, de la integración de los Gitanos a liberar a los no gitanos de la antigua y racista doxa[29] o creencias comunes.

Es posible que no tengamos los medios para desmantelar el control del poder económico y de la producción cultural, pero tenemos un modesto aparato académico para establecer diferentes marcos de pensamiento sobre los gitanos.

NOTAS:

Nota del Traductor. Avisamos de nuevo sobre nuestra preferencia al traducir, gran parte de las veces, Roma y Romaní por gitano. Somos conscientes de que no son lo mismo y que políticamente se carga de un sentido especial. No obstante, nos parece interesante el seguir resignificando la palabra española gitano, máxime en un contexto académico. En este sentido, respecto al título (“The Legacy of Gypsy Studies in Modern Romani Scholarship” en el original) nos decantamos por gitanos/gitana por facilitar la lectura al lector castellano-pensante.

[1] Margareta Matache, "Palabra, imagen y pensamiento: la creación de la otredad gitana", The Huffington Post blog, 3 de octubre 2016. Traducción al castellano en Bitácora Gitana: https://www.gitanos.org/actualidad/archivo/118108.html.es

[2] Gadje es el término genérico utilizado por los gitanos para referirse a los no gitanos; en el texto, uso gadjo / gadje de forma intercambiable con no gitanos. Utilizamos Gachocidad para subrayar una forma euro-específica de blanquitud que otorga privilegios socio-económicos, culturales e institucionales a los no gitanos o, más precisamente, a los grupos mayoritarios dominantes.

[3] Mustafa Emirbayer y Matthew Desmond, "Race and Reflexivity", Ethnic and Racial Studies, vol. 35, no.4, (2012).

[4] Por Estudios Gitanos o Gitanología nos referimos aquí a los primeros estudios académicos formales del Pueblo Gitano por eruditos gadje. También utilizo estos conceptos al referirme a una literatura más reciente que usa terminología gitana y modos de pensamiento sesgados sobre los mismos.

[5] Edward Said, Orientalism, (1978, Londres: Penguin Group, 2003) p.3.

[6]  Marushiakova y Popov, "Between Exotization and Marginalization. Current Problems of Gypsy Studies", Behemoth Journal on Civilization, vol. 4, no 1, (2011).

[7] Adrian Marsh, Research and the Many Representations of Romani Identity, European Roma Rights Center, 20 de noviembre de 2007, https://www.errc.org/article/research-and-the-many-representations-De-romani-identidad/2900 

[8]  Stephen Steinberg, "Two cheers for race and reflexivility”, Ethnic and Racial Studies, vol. 35, no.4, (2012).

[9] Anna Mirga, "Romani Studies and emerging Romani Scholarship", en Nothing about us without us? Roma participation in policy making and knowledge production, Andrew Ryder et al., Eds., Roma rights, Journal of the European Roma Rights Center, 2, (2015).

[10] Marushiakova y Popov, "Between Exotization and Marginalization. Current Problems of Gypsy Studies", Behemoth. A Journal on Civilization, vol. 4, no 1, (2011).

[11] Yaron Matras también plantea la cuestión de la calidad al abordar la cuestión de "¿quién habla por los gitanos?" En Yaron Matras, I met lucky people. The story of Romani Gypsies, Penguin Books, 2015.

[12] Matthew Clair, "Black intelectuals and white audiences", 1 de mayo de 2016, https://www.publicbooks.org/nonfiction/black-intellectuals-and-white-audiences

[13] Véase más sobre la importancia de la producción del conocimiento gitano en Anna Mirga, "Romani studies and emerging Romani scholarship”, Nothing about us without us? Roma participation in policy making and knowledge production, Andrew Ryder et al., Eds., Roma rights, Journal of the European Roma Rights Center, 2, (2015).

[14] Véase el comentario de Marius Taba sobre el racismo en las universidades en Nothing about us without us? Roma participation in policy making and knowledge production, Andrew Ryder et al., Eds., Roma rights, Journal of the European Roma Rights Center, 2, (2015).

[15] Remus Cretan y David Turnock, "Romania’s Roma population: from marginality to social integration", Scottish Geographical Journal, (2008), 124: 4, 274-299, p. 296.

[16] Djuve A.B., Friberg J.H., Tyldum G., Zhang H., When poverty meets affluence. Migrants from Romania on the streets of the Scandinavian capitals, The Rockwool Foundation, (2015).

[17] Stephen Steinberg, "Two cheers for race and reflexivity", Ethnic and Racial Studies, vol. 35, no.4, (2012).

[18] Margareta Matache, "Word, image and thought: creating the Romani other", The Huffington Post blog, 03 de octubre 2016, https://www.huffingtonpost.com/entry/57f29d40e4b095bd896a156a?timestamp=1475519595732

[19] Enterradme de pie: la odisea de los gitanos, Isabel Fonseca, Editorial Anagrama, 2009.

[20]  Anne Sutherland, Gypsies, The Hidden Americans, Waveland Press p.95, 1975.

[21] Peter Andrews, "King of the Gypsies", The New York Times, 9 de noviembre de 1975, https://www.nytimes.com/1975/11/09/archives/king-of-the-gypsies.html?_r=2 

[22] Yaron Matras, I met happy people. The story of the Romani Gypsies. Penguin Books, 2015.

[23] Fundamental Rights Agency, "Roma survey-Data in focus. Education: the situation of Roma in 11 EU member states. Publications Office of the European Union, (2014), https://fra.europa.eu/sites/default/files/fra-2014_roma-survey_education_tk0113748enc.pdf

[24] Connel, 1997, citado por Stephen Steinberg, "Two cheers for race and reflexivity”, Ethnic and Racial Studies, vol. 35, no.4, (2012).

[25] John Hoyland, A historical Survey of the Customs, Habits and Present State of the Gypsies, 1816.

[26] Stephen Steinberg, "Two cheers for race and reflexivity”, Ethnic and Racial Studies, vol. 35, no.4, (2012).

[27] Esto es fundamental para el argumento expuesto en un próximo artículo de Harvard Educational Review, que escribí con colegas del Harvard FXB Center y el Center for Interactive Pedagogy en Serbia.

[28] Djuve A.B., Friberg J.H., Tyldum G., Zhang H., "When poverty meets affluence. Migrants from Romania on the streets of the Scandinavian capitals", The Rockwool Foundation, (2015).

[29] Del griego, opinión.

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