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Palabra, imagen y pensamiento: la creación de la Otredad gitana [editar]

Compartimos un artículo sobre el origen de la otredad gitana de la investigadora gitana Margareta Matache, profesora de la Universidad de Harvard.

09 de Noviembre de 2016
Margareta Matache. Trad. al castellano de Miguel Ángel Vargas

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Palabra, imagen y pensamiento: la creación de la Otredad gitana

Compartimos un artículo sobre el origen de la otredad gitana[*] de la investigadora gitana Margareta Matache, profesora de la Universidad de Harvard, Centro FXB para la Salud y los Derechos Humanos, publicado en The Huffington Post’s el 3 de octubre de 2016 (“Word, Image and Thought: Creating the Romani Other”). Agradecemos a la autora las facilidades para la publicación de la traducción al castellano.

Este artículo traducido forma parte de "Bitácora gitana. Recorridos culturales por la diversidad" un microsite de temática cultural iniciado en 2016 por la Fundación Secretariado Gitano, coordinado por Miguel Ángel Vargas Rubio.

Este es el primero de una serie de tres artículos del blog "La norma blanca en los Estudios Gitanos o Romaníes[1]", sobre racialización y alterización de la población gitana frente a la norma estándar blanca para los Estudios Gitanos. Esta primera parte explora la contribución de los Estudios Gitanos a la percepción de la población gitana como inferior a su homólogo blanco europeo. El segundo blog mostrará cómo el legado de este tipo de pensamiento se manifiesta en los Estudios Gitanos actuales. Por último, el tercer artículo del blog sugerirá formas más participativas y autocríticas en el campo de los Estudios Gitanos.

Los Estudios Gitanos se han establecido como un campo aislado de la investigación intelectual en el mundo académico. Los antropólogos, historiadores, sociólogos, lingüistas y estudiantes han puesto su foco en los gitanos[2], y en los gitanos de Europa en particular[3], a pesar de que la Literatura Gitana ha permanecido invisible en la mayoría de los estudios de teoría social, política, cultural y racial. Y aunque cada vez hay más investigadores que estudian las realidades gitanas, son pocos los que, en palabras de Bourdieu, ponen en cuestión el "mundo intelectual" que ha perpetuado los modelos de pensamiento prejuiciosos, racializados o sesgados sobre los gitanos.

Sin embargo, hay ya una emergente y más crítica variante de Estudios Gitanos que ha comenzado lentamente a cuestionar la marca estándar del discurso gitano, construido, como es el caso, sobre la base de la diferencia, la inferioridad y la subordinación.

Desde el origen, los Estudios Gitanos o la Gitanología[4], es decir, los primeros estudios académicos formales del Pueblo Gitano, ayudaron a construir el concepto, el vocabulario y el imaginario de polaridad entre europeos blancos y gitanos. Los gitanólogos evidentemente no consideraban que los gitanos (ni otros grupos considerados "inferiores" en diferentes períodos de la historia) estuvieran bajo la categoría de ciudadanos europeos eurocéntricos, entendidos como cristianos y blancos. Uno de los primeros gitanólogos clasificaba a los gitanos como "una raza diferente, sin religión y, tal vez, sin moral alguna, que ha vivido durante siglos entre las naciones superiores".[5] Otros investigadores hablaban de naciones "civilizadas" y "superiores" de Europa en oposición a la "gitana"[6] o raza "peculiar"[7], estableciendo jerarquías, tensiones y oposición entre las dos.

El categorizar a los gitanos como una raza inferior y subordinada fijó las normas culturales blancas como el estándar con las que los gitanos fueron descritos. Este discurso ayudó más tarde a crear una específica forma europea de Blanquitud[8] [9]o, lo que podríamos llamar, Gachocidad[10] construida en oposición a los Gitanos.

Durante muchos siglos, junto con las leyes y las decisiones políticas, los estudios académicos desempeñaron un papel importante en la problematización de los gitanos. Los estudiosos promovieron la imagen del vagabundo moreno, incivilizado, perezoso, sin educación y criminal conocido como Gitano. A principios de 1600 Spellman definió a los gitanos como "los peores tipos de vagabundos e impostores... desfigurados por su tez oscura quemada por el sol; sucios en sus ropajes e indecentes en todas sus costumbres"[11] Casi tres siglos después De Peyster expresaba un razonamiento similar: "pero hoy en día es de sobra conocido que estos gitanos no son más que una tropa congregada de malos tipos que no tienen voluntad de trabajar sino que optan por hacer profesión de la ociosidad, el robo, la fornicación, la gula, la embriaguez, los juegos de azar y similares ... ".[12]

Grellman (1783) también caracteriza a los gitanos como una "raza de ociosos, tramposos y ladrones."[13] El desprecio de la piel de los gitanos, sus ropas y costumbres, así como su representación como raza peligrosa ayudaron a construir una identidad gitana de bajo rango. Cuanto más problematizados eran los gitanos y presentados como inferiores y peligrosos, más valor y poder simbólico y material ganaba evidentemente la Gachocidad.

Se aplicaron tácticas similares también en otros lugares, incluso en los Estados Unidos como, por ejemplo, contra los nativos americanos y los negros americanos, desde el período colonial en adelante.[14] Con el tiempo, la Blanquitud comenzaba a ganar un valor creciente, convirtiéndose en un activo o en una "propiedad" en Europa y en los EE.UU.[15] A día de hoy, aquellos capaces y dispuestos a pasar como blancos y que optan por hacerlo, incluyendo gitanos, pueden experimentar fácilmente el valor material y simbólico de la Blanquitud.[16] Sin embargo, aunque la Blanquitud sea un gran tema de estudio en los EE.UU., todavía tenemos que considerar la conceptualización de la Blanquitud/Gachocidad y el privilegio blanco/gachó en los Estudios Gitanos. 

En gran medida, los eruditos europeos blancos mejoraron o reforzaron la doxa[17] (creencia común) de "civilizar", "cambiar los hábitos" y, más tarde, "integrar" a los Gitanos en la sociedad en general. Por ejemplo, la afirmación de De Peyster de que sus creencias podrían tomarse como referencia: "es de sobra conocido". Por otra parte, aquellos que estudiaban a los así llamados gitanos también estaban influenciados por lo que encontraban en las crónicas y registros oficiales, a veces sus únicas fuentes de documentación.

Ya en 1886, David MacRitchie había tomado nota de que, a pesar del gran número de libros que habían sido ya escritos sobre los "gitanos", la mayoría reproducía y se hacía eco del mismo imaginario y vocabulario,[18] mayormente deshumanizándolos. Sin embargo, podemos percibir algunos cambios importantes y alentadores en los escritos de Ritchie y de otros estudiosos en el Journal of the Gypsy Lore Society, que surge en 1888. Algunos, incluyendo Leland, comenzaron a usar, aunque esporádicamente, los términos Romaní, los Romaníes, música romaní, Romanés –un signo claro de interacción real con el Pueblo Romaní[19]. Pincherle y otros incluso subrayaron el hecho de que habían aprendido sobre los gitanos de los mismo gitanos, y ​​no de oídas ni escritos anteriores.[20]

La Gypsy Lore Society[21] también documenta la comunicación entre académicos que mostraban un pensamiento más crítico y matizado con respecto a los gitanos. En un ejemplo, Pincherle describe un episodio en el que había tratado de entrevistar a un grupo de gitanos borrachos, y temió llegar a ser "una víctima monetaria o física" de su propio Gitanologismo, es decir, de su estudio de los gitanos. Pero luego enfrenta esta forma de pensar, llamando a su propia formulación de la situación una "campaña lingüística negativa" y reconoce la posibilidad de que las personas en cuestión se hubieran comportado de manera diferente si él no hubiera estado borracho.[22]

Sin embargo, a pesar de los inicios de un pensamiento más profundo en la literatura, el enfoque sobre la alteridad gitana –textura de la piel, ropa y costumbres– persistió en la Gypsy Lore Society y en otros lugares, al igual que la idea de la "degeneración moral"[23] y anárquica de los gitanos. La lectura insistentemente negativa de las costumbres, moral y actitud de los gitanos hacia la ley normalizó además la construcción de la Blanquitud.

El trabajo de los primeros estudiosos sirvió para reproducir el racismo generalizado y la imagen negativa que circulaba en la sociedad, aquella que demonizaba a los gitanos y alimentaba su exclusión.

La erudición gitana no sólo contribuyó a racializar y deshumanizar las identidades gitanas, [24] sino que también reforzó la jerarquía, establecida a través de la política y el derecho, entre los europeos blancos y los gitanos, y solidificó aún más la construcción social y política de la Blanquitud / Gachocidad, su poderes ocultos y su valor.

 

NOTAS:

[*] Intentaremos, siempre que sea posible, el uso de la palabra española gitano/a frente a romaní.

[1] En el original: gypsies y romanies, con una clara intención académica de separarlos.

[2] Roma, en el original.

[3] Michael Steward, Roma and Gypsy.”Ethnicity” As a Subject of Anthropological Inquiry. Annual Review of Anthropology, vol. 42, 2013.

[4] Gypsyology, en el original.

[5] The New Review, Political, Philosophical, and Literary, vol. 2, 1863.

[6] John Hoyland, A Historical Survey of the Customs, Habits, and Present State of the Gypsies, 1816.

[7] Josh Watts De Preysler, Gypsies: Some Curious Investigation, Colleted, Trasnlated, Or Reprinted from Various Sources, Concerning this Peculiar Race. 1816.

[8] Nota del Traductor: Blanquitud es como decido traducir Whiteness.

[9] La "blanquitud" no afecta todos los blancos. Se trata de una ideología racial, discursiva, institucional y relacional que establece privilegios sociales, económicos, culturales e institucionales y empodera no sólo a las personas identificadas como blancas o que pasan por blancas, sino también a aquellos que son "elevados" de las posiciones de inferioridad a las de la blanquitud, así como a aquellos que son aceptados como blancos por ciertas habilidades o talentos validados por quienes tienen el poder

[10] Gadje es el término genérico utilizado por los gitanos para referirse a las personas no gitanas. Gachocidad se utiliza aquí para subrayar la forma específica de blanquitud europea que otorga privilegios sociales, económicos, culturales e institucionales y derechos a los no gitanos, o para ser más concretos, a los grupos mayoritarios dominantes.

[11] Spellman, citado por George Smith, Gypsy life: Being an Account of Our Gypsies and Their Children. With suggestion for Their Improvement, 1880.

[12] Watts Peyster, 1887.

[13] Grellman, citado por Hoyland en 1816.

[14] Véase Du Bois, Crenshaw, Harris y otros teóricos críticos de la raza.

[15] Cheryl Harris, Whiteness As Property, in Critical Race Theory: The Key Writings That Formed the Movement, 1996.

[16] Harris, 1996.

[17] Doxa (δόξα) Nota del traductor: palabra griega que se suele traducir por 'opinión'. Concepto utilizado por Parménides para distinguir la «vía de la verdad» de la «vía de la opinión».

[18] David MacRitchie, Accounts of the Gypsies of India, 1886.

[19] Nota del traductor: vuelvo a señalar la complejidad de la aceptación de la palabra Romaní en contextos gitanos españoles.

[20] J. Pincherle, Journal of the Gypsy Lore Society, vol I, no. 3, enero 1889.

[21] Cabe señalar, por cierto, que a pesar de nuestra crítica contemporánea de sus enfoques, incluyendo el uso continuo de la terminología despectiva (la palabra gypsy frente a romani), en sus primeros días, el Gypsy Lore Journal reunió una cantidad significativa de información sobre los gitanos de todas las partes del el mundo, incluyendo una valiosa colección de canciones antiguas, poemas y cuentos gitanos.

[22] J. Pincherle, Journal of the Gypsy Lore Society, vol I, no. 3, enero 1889.

[23] Elyseeff, Journal of the Gypsy Lore Society, vol. Yo, no. 5, julio de 1889.

[24] Ken Lee, Orientalism and Gypsylorism, Social Analysis: The International Journal of Social and Cultural Practice, Vol 44, N ° 2, nov, 2000.

 

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