15 de Octubre de 2015
FSG Navarra
En Nabut Navarra seguimos consolidando nuestras líneas de negocio (lavandería industrial, material de oficina online, y limpiezas de oficinas y empleo doméstico) en un contexto complicado.Con la crisis económica todavía planeando y sin atisbos de desaparecer pronto, y con un desempleo endémico cada vez más complicado de gestionar. Es por ello que la economía social y las empresas de inserción tenemos un papel fundamental en ello, un modelo de negocio basado en la combinación de rentabilidad económica y retorno social de las personas con las que trabajamos.
Como novedades en Nabut, anunciar que hemos ampliado nuestro ámbito de actuación geográfico de la Comarca de Pamplona hasta Tudela, segunda ciudad en población de Navarra, en la hemos empezado con la limpieza de las oficinas de un Centro Ocupacional de la empresa Elkarkide, también de la economía social, y en la que hemos podido emplear a personas gitanas de la zona con la coordinación de la Asociación Romaní de Tudela. Igualmente, el mes pasado empezamos la limpieza de otra oficina en Pamplona y nuestro primer portal de vecinos, uno de los nuevos puntos de negocio donde hemos puesto el ojo y al cual se nos había dificultado mucho el acceso por la voracidad de la competencia en el sector. El sector del empleo doméstico, por ejemplo, es uno de los que mejor trayectoria tiene hasta la fecha, ya que el aumento respecto a 2014 de la facturación solamente en esta línea en 2015 ha sido del 55% (períodos enero-septiembre 2014-2015), y el objetivo es seguir creciendo. En esta línea hemos pasado en dos años de tener a una trabajadora a jornada completa a tener tres trabajadoras a jornada completa, y con la previsión de seguir contratando a más personas a medida que vaya aumentando la carga de trabajo.
En la lavandería este año hemos tenido que sortear distintos obstáculos para poder mantener los números con éxito: pérdida de clientes por cierre o por ahorro de costes, competencia cada vez mayor, cambios de personal y de responsables de turnos, entre otras.
En resumen, mostramos y os hacemos partícipes de nuestras satisfacciones en la empresa de inserción con un doble objetivo: mostrar que las empresas de inserción son rentables y sostenibles y son una apuesta de futuro en una economía cada vez más mercantilista y deshumanizada; y por otro lado, para animar a otros territorios (y a los responsables de la FSG) a que asuman riesgos y apuesten por un modelo de negocio que, con una buena gestión y un equipo técnico preparado, puede ser la clave del éxito para no sólo romper con la discriminación laboral que padecen muchas personas gitanas, sino también un impulso para esas personas en las que gracias a este tipo de empleos y de empresas pueden conseguir reducir su riesgo de exclusión y la posibilidad de estar mejor preparados para afrontar con éxito nuevos retos en el mercado laboral ordinario.
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