Fundación Secretariado Gitano

Contra el racismo soterrado [editar]

• Igualdad y No Discriminación

El pasado miércoles 24 de diciembre saltó a los medios de comunicación y redes sociales la polémica ante una nota del servicio del ropero de Cáritas Diocesana de A Coruña en el que se establece una doble categoría entre sus usuarios, “personas en general” y “gitanos”, y que establece, por tanto, distintos horarios de recogida de ropa.

Desde la Fundación Secretariado Gitano condenamos esta doble categorización de las personas, entre gitanos y no gitanos. Lamentamos que este incidente se haya producido en el marco de una organización como Cáritas, que tradicionalmente ha servido, y sirve, de apoyo a muchas familias gitanas en dificultad. Agradecemos la rápida respuesta de Cáritas Española contra estas informaciones, mostrando su  total desacuerdo con lo que ello implica y subrayando los valores de una institución abierta a todas las personas sin distinción. 

El problema no está en Cáritas, está en el conjunto de la sociedad. Este caso es uno más en una larga lista de incidentes que conllevan una clara vulneración de los derechos fundamentales de la población gitana reconocidos en nuestra legislación nacional e internacional¹. El rechazo hacia los gitanos está tan arraigado entre nosotros que muchas veces ni se percibe, se acepta. El problema, efectivamente, es que éste no es un hecho aislado, sino que es el síntoma de un mal, el racismo tan arraigado y no reconocido que existe en nuestra sociedad contra los gitanos; un racismo que además es transversal a todos los sectores sociales e ideologías políticas.   

Pero, además, éste es un caso que refleja no solo el racismo soterrado e inconsciente hacia la población gitana, sino también la hipocresía que le rodea. Ahora nos alarmamos, con razón, ante estos hechos, pero hemos estado conviviendo con ellos durante años y a nadie le ha sorprendido. Este verano hemos presenciado graves hechos de antigitanismo cuando se quemaban casas de familias gitanas en Estepa y Castellar, y nadie ha visto en ello un caso evidente de vulneración de derechos de esas familias gitanas. Ya en su momento, desde la Fundación Secretariado Gitano condenamos el alarmante silencio de los partidos políticos, las instituciones públicas, los medios de comunicación y las entidades de defensa de derechos ante un caso sangrante de racismo hacia la comunidad gitana.

Todo ello evidencia que es necesaria y urgente una reflexión conjunta de la sociedad, de sus representantes políticos y públicos, pero también de sus representantes de la sociedad civil, como refleja el reciente caso de Cáritas, para poner fin al rechazo y la discriminación que sufre una parte de nuestra sociedad, las personas gitanas, a las que se les niega reiteradamente el derecho a una vida digna, siempre lastrado por estereotipos e imágenes negativas que impiden su desarrollo personal en condiciones de igualdad y el ejercicio de su plena ciudadanía. 

Sabemos que estos casos volverán a repetirse, en otro lugar, en otro contexto y en otras circunstancias, pero desde la Fundación Secretariado Gitano confiamos en que, cuando esto ocurra, seamos capaces de detectarlo a tiempo, movilizarnos y denunciarlo contundente desde los distintos sectores de la sociedad. Es necesario alzar la voz y actuar ante los casos de discriminación racial.